Para la inspectora jefa Ana Arén no hay tregua: después de que resolviera el caso que prácticamente acabó con ella, debe enfrentarse a un reto endiablado, el asesinato de una de las mujeres más famosas de España. Siempre cuestionada por su superior, al frente de un equipo que aún no confía en ella y con el foco mediático sobre la investigación, Ana se ve de nuevo ante un crimen aparentemente irresoluble en el que el tiempo y el pasado se empeñan en jugar en su contra. Tras el éxito de No soy un monstruo (Premio Primavera de Novela 2017), traducida a varias lenguas y que será llevada a la pantalla, Carme Chaparro se consolida con La química del odio, su segunda novela, como una de las autoras más interesantes y arriesgadas del thriller en español.
La pluma de esta autora es como el cuadro de Delacroix "la libertad guiando al pueblo" soberbia. Y aparte de tener un estilo maravilloso, creo que Carme Chaparro ha creado a un personaje que la literatura necesitaba, un personaje arrollador, carismático como este. Este libro es de los que te mantienen en vilo durante su lectura y cuando cierras el libro, sigues pensando en esta historia durante mucho tiempo y es que todavía hay cosas que no me llegan a cuadrar o todavía sigo en sock para poderlas asimilar.
La química del odio es una sucesión de accidentes, de coincidencias...llamarlo como queráis pero tan bien hilado que no eres consciente de nada, simplemente este libro te absorbe y quieres leer más y más, por eso se te escapan detalles importantes que la autora ha ido camuflando...o no..pero no te has dado cuenta, por lo que la autora me ha gustado mucho en ese aspecto.
Es necesario leer el libro una segunda vez cosa que he hecho y de nuevo me maravillé porque Carme Chaparro ha utilizado como por ejemplo: la pintura y sus técnicas para darnos un paseo no solo por la mente de alguien retorcido pero también para que el lector absorba conocimientos que de otra forma o manera quizás le pareciese algo pesado pero tal y como Carmé lo hace a algunos lectores/as les parecerá fascinante y a mí como buena amante de la historia del arte y de la pintura que soy me ha maravillado completamente.
La química del odio es asombrosa y aterradora por partes iguales. Creo que Carme Chaparro ha hecho que se me pusieran la carne de gallina con algunas descripciones de un asesinato, lo ha hecho tan visual o lo ha descrito Paloma tan bien que casi parece que estuviésemos en ese momento, instante ahí mismo y hace tiempo que un autor, en este caso una autora no era tan retorcida (en el buen sentido de la palabra) y se arriesgaba tanto y por eso es asombroso.
La autora no se queda en la superficie de lo que empieza, la gusta meterse hasta el fondo del lago y bucear y bucear, por lo que si queréis leer una novela superficial os estáis equivocando, es una novela con muchas capas y muchas texturas.
Siento ser tan breve pero ya sabéis que odio los spoilers y creo que con lo que os he contado, dicho, es suficiente porque hay libros en los que quisieras contar todo pero en este caso no quiero contar mucho para que me hagáis caso y os acerquéis a La química del odio.
Solo espero tener más Ana para rato y al resto de su equipo también empezando por Paloma y terminando por cierto personaje insoportable y pasando por Inés. Creo que La química del odio es terriblemente bello y a la vez maravillosamente oscuro y me dio pena terminarlo porque hace tiempo que no disfrutaba con una historia y un libro así.