Opinión de la única de katherine applegate

Al principio, la misión de Byx era descubrir si había más miembros de su especie o si estaba destinada a convertirse en una superviviente, la última dairne con vida.

Aunque Byx encontró otros dairnes como ella e hizo nuevos amigos y aliados, pronto se dio cuenta de que no sólo los dairnes estaban en peligro de extinción, sino que todos, animales y humanos, corrían el mismo riesgo. En esta última aventura, y con el mundo ante una amenaza sin precedentes, Byx habrá de reunir a criaturas de todas las especies para liderar una revolución.

La conclusión de la trilogía La superviviente nos ofrece una vez más una historia fantástica y llena de acción con un entorno único y personajes fascinantes.

· Traducción de Mercedes Guhl. [PUEDE CONTENER SPOILERS DE LA SUPERVIVIENTE Y LA PRIMERA]

Cerrar el último tomo de una saga siempre suele ser difícil, después de tanto tiempo entre sus páginas. Pero hay veces que, cuando los personajes se han vuelto especialmente queridos, da todavía más pena. Estoy triste por haber tenido que despedirme de Byx, de Gambler, de Sabito, de Kharu, de Renzo y de mi querido Tobble, pero estoy un poco menos triste porque el final ha sido todo lo perfecto que podía ser.

Al abrir La única nos encontramos en un mundo ya en plena guerra. Los soldados del Murdano y del Kazar se preparan para la batalla final, esa que acabará, sí o sí, con la derrota de uno de ellos y el inicio del poder total del otro. Sin importarles en absoluto llevarse por delante la vida de miles de inocentes.

Mientras tanto, el Ejército de la Paz, encabezado por Kharu y con nuestra Byx en el papel de Embajadora, continúa reclutando apoyos mientras se dirige a la frontera entre Nedarra y Dreylanda con el firme objetivo de detener la guerra. ¿Conseguirán tan difícil tarea?

Aunque parecía que ya conocíamos todo lo que había que saber del Reino de Nedarra, en este último tomo seguimos descubriendo algunos rincones nuevos que todavía no habíamos visitado y aprendiendo más curiosidades sobre varias de las especies que lo habitan. Una muestra más de la riqueza del mundo creado por la autora y de su habilidad para írnoslo mostrando poquito a poco. Por cierto, el mapa que incluye el libro al principio y al final es una maravilla para ir curioseando las rutas que siguen los personajes.

Como buen cierre de saga de fantasía épica, sus páginas están llenas de acción, tensión y sufrimiento. Pero, por supuesto, no hay que olvidar que sigue siendo un libro middle grade, por lo que en ningún momento se recrea en las escenas más violentas.

Además, los personajes reflexionan durante todo el camino sobre las terribles consecuencias de una guerra, donde al final todo el mundo pierde, incluido el bando que supuestamente debe sentirse ganador. Los debates éticos en torno a este tema se repiten, junto con los mensajes sobre la amistad, la confianza y la lealtad.

Y como todo no pueden ser penas, este libro mantiene el tono de los anteriores, salpicando la belleza y la agilidad de la narración con toques de humor y bromas entre los personajes que demuestran que, a pesar de estar metidos en una peligrosa aventura, por encima de todo, siguen siendo un grupo de amigos unidos por el cariño que se tienen unos a otros.

La única es el título de este último tomo, pero bien podría referirse a la trilogía completa e incluso a la autora.
La superviviente es, sin duda, una de las sagas más únicas que he leído, quizá no tiene una trama principal extremadamente original, al final es una guerra entre reinos como en muchos otros libros de fantasía, pero sus personajes y el mundo en el que viven consiguen que se vuelva una historia excepcional.
Y ya lo he dicho muchas veces, pero Katherine Applegate es única creando y manejando personajes animales, ya sean reales o fantásticos.

Con este último tomo, no solo se cierra la trilogía, sino también un círculo, pues volvemos al lugar en el que empezamos, para comprobar que los héroes han completado su viaje, creciendo y madurando. Y que, como lectores, hemos sido testigos de esa evolución.

Es un final perfecto. No podía haber sido de otro modo.

- Opinión de Inés Díaz Arriero -