Opinión de las golondrinas de kabul dirigida por zabou breitman y eléa gobbé mévellec

Verano de 1998. Kabul es una ciudad en ruinas ocupada por los Talibanes. Mohsen y Zunaira son dos adolescentes que se han enamorado pese a vivir en un entorno repleto de violencia y miseria. Aunque van sobreviviendo día a día, un acto irresponsable de Mohsen cambiará sus vidas para siempre.

Las golondrinas de Kabul basada en la novela del escritor Yasmina Khadra del mismo nombre salta a la gran pantalla con la adaptación de la misma en animación y dirigida por Zabou Breitman y Eléa Gobbé-Mévellec. Una novela preciosa dentro del gran drama que vive la población de Kabul en el verano de 1998.

Me gusta como unos personaje de animación (no como Pixar u otros grandes) logran trasmitir tanto al espectador.

Esta película de animación me removió todo el interior de mi alma. Basada en hechos reales (como decía antes), varios personajes, se van a cruzar en la vida de los otros y tomarán decisiones que, pondrán su mundo patas arriba.

Lo que me ha gustado de las golondrinas de Kabul es como, tenemos dos grupos de personajes. Los que lo tienen claro y luchan como pueden contra los talibanes, con sus sueños, con sus pensamientos y algunos gestos a escondidas (haciendo que la cultura no muera).

El segundo grupo que ayudan a los talibanes, pero que poco a poco van abriendo los ojos hacia una triste y dura realidad, haciéndose preguntas que, antes no se hacían e intentando buscar algunas soluciones.

Es una película que siendo de animación tiene una sonoridad preciosa, llena de pequeños detalles que la hacen única. El sonido del río, las golondrinas, los cacahuetes o el silencio mismo, tiene algo especial.

El libro (quien lo haya leído) sabe que, esta lleno de sensibilidad y tanto Zabou Breitman y Eléa Gobbé-Mévellec con estos dibujos son capaces de hacernos sentir mil cosas y nos han transmitido esa delicadeza (en un país lleno de oscuridad).

Tengo que confesar que, en algunas escenas se me saltaron las lágrimas, en otras el silencio , como parte de las golondrinas de Kabul me hizo tener una sensación que, no sabría decir o expresar con palabras ahora mismo, pero os aseguro que esta producción merece mucho la pena.

Las golondrinas de Kabul es de esas producciones en las que entras de un modo y sales totalmente anonadado,cambiado y sin saber que decir, ni que contar, ni como hacerlo.

Estoy fascinada por como unas animaciones me han hecho pensar en tantas cosas.

Las mujeres protagonistas de esta historia son asombrosas, cada una a su manera os dejarán huella. Los hombres de esta historia, como que evolucionan más que ellas, pero la que dará la sorpresa final será la esposa del carcelero (sin desmerecer a este gran personaje).

La población de las golondrinas de Kabul se divide y se plasma a la perfección en la película, como los que en silencio intentan pasar desapercibidos, pero haciendo grandes cosas. Los que miran hacia un lado sabiendo lo que ocurre sin hacer nada. Y los que colaboran abiertamente, siendo mujeres y hombres contra su propio pueblo, país e incluso familia.

No toda la película es negativa o triste, al final del túnel oscuro, ves una pequeña luz que te deja con una pequeña luz esperanzadora