Aill es el nombre de una pequeña aldea irlandesa en la que viven unos curiosos vecinos. Brian Mcneill es el mejor ejemplo; tiene doce años y el pelo cortado a cazo. Y Asperger. El Asperger es un trastorno del espectro autista. Como Aill solo tiene cincuenta habitantes, puede parecer que en un sitio así nunca pasa nada... Sin embargo, por segunda vez, Brian Mcneill se tropieza con un cuerpo durante un paseo matinal por la playa y de nuevo tiene un caso que investigar junto al agente Connolly y al terrier Anónimo. Y todas las pistas apuntan a una web llamada LOVE.COM.
Love.com es el segundo título de la colección Brian Mcneill y el segundo caso criminal al que se enfrenta el equipo formado por Brian, el perro Anónimo y el agente Connolly.
Ya parece confirmado que Brian, a sus doce años, posee un don especial para encontrar cadáveres en la playa.
Y, en esta ocasión, la víctima es el anciano señor Nolan.
Aunque pudiera parecer que la causa más probable de la muerte es la edad, las piezas no encajan y algunos vecinos señalan a un par de posibles sospechosos. Porque, claro, en Aill todos se conocen, todo se sabe y, quieras o no, alguna que otra riña acaba surgiendo por la propia convivencia.
Sin embargo, la investigación da un giro con la confesión del padre Quinn y el descubrimiento de LOVE.COM, una web de citas que por lo visto ha causado furor en la aldea.
Así que todos los habitantes de Aill, encabezados por Brian y el policía, pondrán en marcha un plan con el que intentarán atrapar al verdadero culpable. ¿Lo conseguirán?
Una de las cosas que más me gustan de esta colección es que Brian, el protagonista, es un niño que tiene Asperger, pero la historia no gira en torno a ello, sino que es una característica más que le hace ser quien es.
Además de eso, el ambiente de pueblecito pequeño en el que todos se conocen es fascinante y los personajes son todos tan estrafalarios que es imposible no cogerlos cariño enseguida.
La historia está acompañada por divertidas ilustraciones a todo color hechas por Mónica Armiño. Me ha encantado poder ver a los personajes, tan peculiares como me los imaginaba según leía.
Una vez más, Beatriz Osés nos deleita con su gran sentido del humor en una historia de misterio, crímenes, intriga, personajes peculiares, amor y nuevas tecnologías. Una lectura muy divertida y emocionante recomendada a partir de diez años.
¡Y cuidado con los hologramas!