(G) ha puesto en marcha Pharmalandia, una nueva red online de suministros farmacéuticos a la que acuden varias mujeres en la misma semana: La madre de (I) cree que curando su astenia podrá ser una chica fuerte, (C) tiene una pequeña molestia en el hombro que decide solucionar en horario laboral, (M) se pierde en la inmensidad de internet y no sabe qué necesita, (Y) duda de su solvencia porque su hija la empieza a sacar de quicio, (L) por primera vez se preocupa por su imagen y a (A) su ánimo la impide ser autosuficiente cada día un poco más.
Mujeres enfermas es una obra de teatro que Hugo Álvarez escribió y representó en Madrid hace algunos años. Al leer este libro todas las imágenes de las mujeres que aparecen en el texto iban cobrando forma y vida frente a mí. Es una historia muy visual y eso hace que leer el libro haya sido sencillo y rápido, pero no quería leerlo sólo una vez y corriendo, por eso he tardado más en hablaros de él.
Quise volver a ponerme en la piel de todas las mujeres de las historias que hacen de amigas, madres, esposas, consejeras y no precipitarme al hacer esta opinión. Las descripciones que leí al principio de cada escena me ayudaron para ver cómo iban vestidos los personajes, pero lo que realmente hice fue darles vida con la mente y leer en voz alta el texto de cada uno y cada una de estas mujeres y hombres.
Mujeres enfermas está escrito de tal manera que en algunos casos sientes que has vivido esa situación en algún momento de tu vida o que has aconsejado de la misma forma. En otras ocasiones te das cuenta de la cantidad de prejuicios que se tienen contra las mujeres y mucho más si son de otro país. No sabía el instante en el que se iban a cruzar las historias o si realmente lo podrían hacer, pero en la segunda lectura me dí cuenta de la fuerte conexión que tienen unos personajes con otros. La historia está escrita de dos maneras: con sutileza y dureza. No sabría deciros con cual he disfrutado más, ya que Hugo con la sutileza nos acaricia y luego nos pellizca y con la dureza son golpes inesperados (hechas palabras). El texto provocó en mí varias reacciones tales como: tristeza, rabia, alegría, etc.
Hay un personaje clave y que hasta que no escribía esta humilde opinión no me di cuenta de su relevancia y es la fontanera. Ella de un modo o manera metafórica y real va arreglando cosas que no funcionan, pero también es la pepito grillo que nadie se espera y está ahí. Me volví loca con la primera escena y con la final, ya que mujeres enfermas de Hugo Álvarez empieza y termina en círculo, pero con dos formas de ver y entender la amistad. Viendo el vínculo que todos y todas tienen con Pharmalandia, una nueva red online de suministros farmacéuticos te das cuenta de lo que les importa a cada uno de ellos y de ellas.
He disfrutado mucho por la manera en la que van fluyendo las conversaciones y van entrando y saliendo los personajes del libro. Los hombres que aparecen en escena pueden parecer importantes, pero son todas ellas las que a su manera se hacen pequeñas, poderosas, dan un golpe sobre la mesa, etc. Los personajes masculinos están más desdibujados, pero esto se ha hecho a propósito. Es un texto valiente, elegante, bonito, entrañable y muy bien escrito. Me gustaría que se volviese a representar y poderlo ver en vivo y en directo.