En sus años universitarios Herra, una joven checa, se enamora de Nazir, un hombre afgano, y decide dejarlo todo por amor. Pero no es consciente de la clase de vida que le espera en el Afganistán post-talibán, ni el tipo de familia de la que va a formar parte: un abuelo liberal que contrasta en un ambiente oprimido y machista, una cuñada que haría cualquier cosa para escapar de las violentas garras de su marido... Y también Maad, un niño abandonado con altas capacidades que iluminará cualquier rincón sombrío.
My sunny maad de Michaela Pavlátová tuve la suerte de poderla ver hace tiempo, pero entre unos temas de salud y otros, pues no había podido escribir la opinión.
Me gustó conocer la vida de una occidental en un Afganistán post-talibán , pero también conocer las costumbres, a la sociedad que vive allí y que te lo cuente alguien de Europa.
Una película con una protagonista que siempre está dudando, pensando, entre dos mundos o amores. El amor por su marido y el ser una occidental en un país que ha cambiado mucho.
En my sunny maad habla muy profundamente de las costumbres familiares, que lamentablemente no son muy propicias para las mujeres, niños...
Es una historia con la que el corazón constantemente lo tienes hecho añicos. Aunque sea de animación, creo que esta forma de narrar la historia es más potente, es más visual que si fuesen con actores/actrices de carne y hueso.
Me llamó la atención la relación de Herra con el abuelo o patriarca de la familia. Una persona tan mayor y tan anciana debería de ser más chapado a la antigua, más autoritario y era el que más se daba cuenta de todo, el más fascinante.
La sangre me hervía al ver muchas de las situaciones que conozco, que sé y que lamentablemente se vive a diario en este país en donde la libertad no existe y la mujer es puro ganado.
Somos testigos de la relación conyugal de Herra y su marido. La forma en la que Nazir cambia, como su carácter se va agriando...
Podemos darnos cuenta de que este país está repleto de personas que intentan revelarse o salir adelante de cualquier forma y de otras personas que luchan por hacer que la vida de las mujeres sea mejor.
Dura poco tiempo, pero no pude dejar de mirar la pantalla y estar pendiente de los gestos, de las palabras...
Existe una solidaridad entre mujeres silenciosa y que ayuda a que estas no se vuelvan locas o se sientan arropadas ante situaciones crueles.
My sunny maad es un canto de amor a Afganistán , pero también es la oscuridad que tiñe a todo este país. Muy recomendada.