Marilia, desbordada en todos los sentidos posibles, respondería a todas las preguntas con un rotundo SÍ.
Cuando su vida está atravesando una borrasca, aparece el anticiclón Arturo para enfrentarla a una realidad de la que Marilia solo pretende huir. Y él llega para hacerle ver quién es realmente, llenándola de vida.
Una chica fresca, espontánea, de reacciones imprevisibles, aunque con demasiadas cargas emocionales.
Un hombre sincero, noble y de carácter generoso que tan solo desea que ella se libere de todo lo que le atenaza, no solo a nivel laboral, también emocional.
Una seña de identidad inconfundible de Pintina Cuneo son las historias con personajes entrañables, que se salen fuera de lo común, que son extraordinarios/as, pero ellos/as no se dan cuenta de lo que son capaces de hacer sentir a los demás, etc.
Los personajes de las historias de Pintina están perdidos/as de muchas maneras, pero creo que Marilia es la que más me ha hecho sentir, pero en niveles insospechados.
Tenemos a Arturo y Marilia dos personas que se conocen por casualidad y saltan chispas, pero no de las que pensáis vosotros, no.
Es gracioso escribir que saltan chispas y Marilia es electricista, que realmente no lo es, pero ha huido a lo más fácil.
Yo misma me he cortocircuitado y me he escondido en mi habitación, en mi casa y con mi familia, así que la entiendo por esa parte. Por otra, parte no he entendido que ella no pregunte, que sea egoísta y haga y deshaga a su manera, pero es que cuando entras en bucle tu vida es así, ya que vas como un zombie viviente.
Creo que ojos marrones corrientes es la historia de una chica extraordinaria, pero que no es capaz de mirarse al espejo, no es capaz de verse cómo otros la ven. Además de tener un carácter del demonio es una persona que hace que su forma de ser sea su manera de esconder realmente lo que siente o como se siente, así que ser una gata arisca hará que el lector se lo pase bomba con sus locuras, con sus salidas de tono, etc.
El lugar en el que transcurre la trama es un pueblo pequeño y lo que la autora nos muestra de este lugar es más que suficiente para que el lector se imagine el resto de casas, edificios, calles...
Muchas veces conocemos a personas extraordinarias que nos hacen ponernos frente al espejo y nos hacen apreciar todo lo que hemos escondido o dejado atrás. Esta novela habla de caerse, romperse, saltar por los aires, de conocer a alguien que es capaz de removerte mil cosas.
Antes decía que Marilia va como un zombie viviente, pero rectificaré y diré que es una zombie emocional. Creo que no saber gestionar las emociones es lo que la ocurre a Marilia y eso me ha ocurrido a mí. Por eso, me sentí identificada con ella.
Hablando del otro personaje en discordia, Arturo. Él es de esas personas que tiene paciencia, que debería estar enfadado con el mundo y ha sabido cómo sobreponerse a los palos de la vida. Arturo es la horma perfecta para Marilia en muchos aspectos.
La relación que van creando es divertida, llena de momentos surrealistas y de conversaciones que van de las más picantes, a las más viscerales, a las más tiernas, etc.
La forma que tienen de conocerse es como una bombilla que se ha fundido y que juntos van cambiando, que van girando hasta que brille.
He sentido a la familia de Marilia real, con conversaciones, locuras y risas como las de cualquiera, pero ver algunas pinceladas del hermano mayor de Marilia ha sido algo que no me esperaba y me ha gustado, puesto que aporta a la historia otra versión, la de otros ojos que la conocen más de lo que ella cree.
Algo que me ha dejado un poco descolocada es lo del ex de Marilia, ya que tiene protagonismo en varios capítulos y luego desaparece. Quizás la autora quería hacer ver al lector que tras lo que ocurre entre ellos dos y la decisión que toma Marilia, como que el otro lo entiende y hasta luego, pero no me ha quedado claro. Es la única cosa de la historia que me ha confundido o quizás Marilia se ha liberado de esa carga, de esa persona que ha sido su vampiro particular y la autora ha dicho ¡Chao, bacalao!
Me he tomado todo el tiempo del mundo en leer esta historia, ya que necesitaba ese instante perfecto para empezar a conocer a Marilia.
Siento que he conectado con ella desde la primera página y el estilo de Pintina al contar la historia ha hecho el resto.
La autora ha creado un estilo propio de escritura, un estilo que se sale fuera de lo común y cuando relata ese primer beso, o ese primer contacto con Arturo lo hace de forma bonita. La gusta cocer las historia a fuego lento y es algo de agradecer, ya que Marilia necesitaba ese tiempo.
Ojos marrones corrientes es todo lo que busco en un libro y más. Uno de mis libros favoritos del 2022.