Después de resolver los casos de Plásticus yLove.Com, Brian Mcneill ha vuelto a encontrar algo extraño en la playa mientras buscaba sus siete piedras diarias.
Esta vez no es un cadáver, por suerte. Aunque tampoco es que sean muy buenas noticias...
Con lo que se topa esta vez nuestro protagonista es una mujer, cubierta con una capucha negra y con la misión más oscura que existe. Ha llegado a Aill para llevarse a uno de sus habitantes de forma irremediable y para siempre jamás.
Por supuesto, en cuanto Brian comunica a sus vecinos lo que ha visto, lo primero que ocurre es que cunde el Pánicus. Pero, después, todos se ponen manos a la obra para idear un plan con el que descubrir quién es el desafortunado que recibirá la visita de la mujer y encontrar el modo de impedir que esta lleve a cabo su misión.
Y, a pesar de que esta vez la cosa se ha puesto demasiado chunga, ¡enseguida están en marcha! Con un plan muy loco, como todos los que se les ocurren en Aill, pero movidos por el enorme corazón que tienen todos, aunque algunos se esfuercen demasiado por disimularlo...
En esta nueva aventura de Brian Mcneill, los habitantes de Aill son la viva imagen del dicho "no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes". O casi, casi. Porque, viendo la amenaza de la muerte acechándolos tan de cerca y de un modo tan palpable, todos ellos empiezan a ser conscientes de sus prioridades, de eso que desean con tantísima fuerza pero todavía no se han atrevido a hacer y se ponen manos a la obra, dispuestos a aprovechar a tope la vida y el tiempo que les queda, sea mucho o poco.
Y, por supuesto, Brian volverá a darnos a todos (sus vecinos incluidos) una gran lección de astucia y honestidad.
Como ya es habitual en los libros de Brian Mcneill, la edición es a color, con muchas ilustraciones (varias de ellas a página completa) hechas por Mónica Armiño y que plasman a la perfección a los personajes, sus expresiones, y nos permiten colarnos en algunas de las escenas más cómicas de la historia. Además, al final del libro tenemos los retratos de todos los personajes, por si acaso nos despistamos y necesitamos refrescar en nuestra memoria quién era quién.
Tras leer (y disfrutar) Pánicus, tercer tomo de la colección, no puedo hacer otra cosa que volver a recomendarla muchísimo, igual que llevo haciendo desde el principio. Un ambiente encantador, unos personajes tan peculiares como todos los que suele presentarnos Beatriz Osés, misterio, elementos del folklore irlandés, un poquito de susto y muchísimo sentido del humor. ¡Una lectura divertidísima y emocionante!