It's even harder when you're constantly fighting your sibling-and Zara and Zeeshan really can't stand each other. During a family trip to Florida, when the bickering, shoving, and insults reach new heights of chaos, their parents sentence them to the worst possible fate- each other's company! But when the twins find an ailing turtle, it presents a rare opportunity for teamwork-if the two can put their differences aside at last.Relatable, funny, and heart-wrenchingly honest, Saving Sunshine is the poignant story of Muslim American siblings learning how to build each other up in a world that is too often unkind.
Saving Sunshine de Saadia Faruqui y con ilustraciones de Shazleen Khan es una novela gráfica reflexiva que ahonda sobre la empatía, sobre las dañinas que pueden llegar a ser las palabras o los silencios.
También, es crítica sobre las personas que juzgan, sin saber, sin conocer y la forma en la que pueden llegar a sentirse muchas personas de otra religión por llevar algo tan normal (para mí) como es un pañuelo y no por ello, señarla a esas personas como terroristas u otras cosas.
El libro está narrado bajo el punto de vista de dos hermanos: Zara y Zeeshan. Ellos serán los encargados de guiarnos en esta historia.
Me gusta la forma en la que Saadia Faruqui nos introduce en el contexto, aunque en un primer momento, no podemos llegar a entender porque dos hermanos, no se pueden ni mirar casi a la cara.
Es de esas novelas en las que tienes que ir pasando las páginas para darte cuenta del motivo por el que, Zara es así y le gusta ayudar a todas las causas sociales, medioambientales que se crucen en su camino. Pero, también, entenderemos a Zeeshan y su amor por el espacio, por las estrellas y por el cielo infinito y lejano.
Un viaje con sus padres y el enfado de estos será el inicio de una aventura en muchos aspectos. Esta aventura les hará conocerse de nuevo, les hará mirarse a los ojos y les hará hablar. Creo que, conocer a los dos hermanos en dos ambientes diferentes nos hace conocerlos mejor y notar los cambios que van realizando a lo largo de la novela gráfica.
Me da mucha pena y bastante rabia, algunas de las cosas que suceden en la historia, y es que como os decía antes, aunque nosotros no seamos conscientes (o sí) del daño que hacemos con un gesto o una palabra, no sabemos cómo o de qué manera podemos influir en los demás y en la vida de estos.
Creo que Saadia Faruqui con sus palabrasy Shazleen Khan con sus ilustraciones forman el tandem perfecto para que, como lectora, me haya dado cuenta de algunas palabras silenciosas o de algunas miradas.
El lugar elegido para que Zara y Zeeshan se escuchen, se entiendan y limen sus asperezas es un lugar único y que me ha hecho sentir cómoda y segura: Como en casa.
Los padres de estos dos hermanos están presentes y también tienen muchas cosas que decirnos y enseñarnos, pero es bonito ver como Zara y Zeeshan luchan contra las adversidades, levantan la voz, crean su propia voz y se van sintiendo a gusto con el país del que son y de sus raices.