Opinión del cardenal Rouco sobre el proyecto de ley reguladora de los derechos de la persona ante el final de la vida
El cardenal Rouco ha participado en un desayuno del Foro de la Nueva Sociedad. Se ha explayado con su tema favorito, que es la JMJ. No me extraña, porque va a ser un acontecimiento de primer orden, que seguro va a tener repercusiones muy positivas para la sociedad en general y para muchos jóvenes en particular.Tras la conferencia, también le han preguntado sobre la ley que prepara el gobierno sobre los derechos de las personas al final de su vida. Y el cardenal Rouco, que no tiene un pelo de tonto, ha dicho que "no ha leído personalmente el texto, aunque sí se lo han trasladado algunos de sus colaboradores y, a la espera de un análisis más detallado, la primera impresión es que no se trata de una ley de eutanasia".
Cuando he escuchado estas palabras me han entrado ganas de revolverme y gritar: "¡Pero es que no se entera! ¿O es que no se quiere enterar? ¿Cómo que no es una ley de eutanasia?" Pero me he calmado, y he vuelto a considerar que el cardenal Rouco no es tonto. Y como dice la madre de Forrest Gamp, si no es tonto, no puede decir tonterías. Así que he releído con cuidado lo que ha dicho, y tengo que decir que tras una atenta segunda lectura, estoy completamente de acuerdo con él. Claro. La primera impresión es que no se trata de una ley de eutanasia. A simple vista, da esa sensación. Pero cuando se lee en ella que se consagra el derecho del paciente a exigir la sedación... entonces se da uno cuenta de que la ley busca colar la eutanasia por la puerta de atrás. De forma sutil.
Aquí están las palabras del cardenal. Las tienen en el minuto 56:49 del vídeo:
La verdad es que algunos jerifaltes del PP ya le colaron a la Conferencia Episcopal en su día su Ley de Reproducción Humana Asistida, con la excusa de que limitaba el número de embriones que se producían... Esperemos que no ocurra lo mismo otra vez. Porque lo de esta ley es tan evidente que hasta Forrest Gump se daría cuenta.
