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[Opinión] Es lunes y no hay Breaking Bad

Publicado el 07 octubre 2013 por Despiram @FrikArteWeb

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[Opinión] Es lunes y no hay Breaking Bad


María Caballero 7 octubre, 2013 0

¡¡Ya es lunes!! ¡Breaking Bad!… No, no hay Breaking Bad esta semana, ni lo volverá a haber ningún lunes. Hoy no recibiremos mensajes de nuestros amigos preguntándonos si hemos visto ya el capítulo a las 11 de la mañana (¿cuándo empezamos a ver series tan temprano?), ni evitaremos redes sociales y spoilers, ni lo comentaremos con esos colegas que sabemos llevan la serie al día, ni especularemos sobre quién morirá o vivirá.

Porque ya sabemos muy bien quién vive y muere, quién sonríe y quién grita, todos hemos visto Felina más de una vez. Pero no podemos evitarlo: seguimos dándole a “me gusta” en cualquier imagen de la serie en nuestros tablones de Facebook, retwiteando curiosidades o mensajes de Aaron Paul cargados de bitches en Twitter y gastando Baby Blue como si no existiera otra canción (quizás excepto Crystal Blue Perssuassion). Y es que cinco temporadas nos han sabido a poco, el tan deseado final ha llegado más pronto de lo que queríamos.

Emmy mejor serie drama

No somos pocos los que ante la pregunta de qué serie llenará el vacío de Breaking Bad, después de repasar las opciones (Homeland, Agents of SHIELD…) hemos decidido seguir viéndola, revisionarla y disfrutar de la serie que sabemos ha marcado un antes y un después en nuestra forma de ver televisión. E intuimos que esto ha sucedido a un nivel más alto que el individual o el de nuestro grupo de amigos, y quién diría que una serie tan negra, para nada comercial y donde lo que prima es la oscuridad de sus personajes, sería un fenómeno de masas. Pues sí, Breaking Bad lo ha logrado.

Recuerdo cuando allá por la cuarta temporada de Dexter (otra que se ha ido, cuyo vacío tristemente apenas se ha notado tras haberle dedicado ocho años) la gente me decía que era la mejor serie posible porque te hacía querer a un asesino en serie. No es nada nuevo que adoramos a los antihéroes… pero todos sabemos que Heisenberg es más que todo lo que se haya visto antes. Jesse lo dijo: “He’s the Devil”, y aún así, en el final de todo, se paró junto a su coche para mirar una última vez a Walter White, asintiendo levemente tras hacerlo éste primero. Hemos sido como Jesse todo el tiempo, hemos sido incapaces de dejar de seguir a Heisenberg, y muchos aún no nos hemos liberado.

Periódico local de Albuquerque

¿Qué será de Skyler, esa mujer que rogaba a su marido que aceptara el tratamiento del cáncer? Estigmatizada por ser la mujer de un narcotraficante, bajo sospecha pública toda su vida. ¿Qué será de Jesse, irá con Brock, cumplirá pena en prisión? Ya no puede desaparecer, perdió su oportunidad. ¿Y… Huell?

Así, seguimos y seguiremos divagando durante quién sabe cuánto, porque disfrutamos haciéndolo y aún no hay sustituta posible, y me temo que no la habrá durante mucho tiempo. Sin lugar a dudas Breaking Bad se ha metido en nuestra realidad y día a día, y no lo digo por decir, sino vean esta esquela publicada en el periódico local de Albuquerque.

Me di cuenta de que la serie realmente se acababa para siempre en el penúltimo capítulo, 5×15, Granite State. Ahí me percaté de todo lo que la frenética de Ozymandias no me había permitido ver, y no fue tiempo suficiente para prepararme para el cierre final. El cambio de desierto a nieve, de la muerte a la nada, y todo lo que echaría de menos: ya nunca volveríamos a ver al equipo Jesse-Walter en acción, ningún truco científico más, ni siquiera volvería a ver al Heisenberg del sombrero negro, ni miraríamos atónitos el televisor con una carcajada en camino, viendo a los Cuates de Sinaloa.

Tras leer muchas críticas sobre el final de Breaking Bad, la mayoría bastante positivas, me gustaría opinar sobre aquellas que dicen que los guionistas han hecho un servicio a los fans redimiendo a Walt al final. Walter redime a Jesse, no a sí mismo. No hay arrepentimiento, la redención es un término imposible aquí, si alguien ve un atisbo de ella, es puramente casual. No haber llegado a uno de los finales que el equipo tenía en mente según han contado después, en el que todo el mundo, incluída la familia de Walter, moría excepto él, no es haber sido más suaves, es mantener la esencia de Walter White, Heisenberg o cómo queráis llamarlo, hasta el mismísimo final. Y lo que es más, dar un final más duro a su entorno, excepto Jesse, que como ya se ha dicho, es redimido por Walt. No necesitábamos un Walter redimido para sentirnos mejor, hace muchas temporadas que amábamos y admirábamos el más puro mal.

Breaking Bad

Quizás quién no admire Granite State y considere un error el giro del capítulo tras la acción de Ozymandias, también brillante, no ha entendido del todo la esencia pausada, inteligente y totalmente negra de Breaking Bad. Pero a fin de cuentas, el mismo Vince Gilligan afirmó tener pesadillas con el último capítulo de Breaking Bad, y sabía que no iba a contentar a todo el mundo.

Personalmente, Breaking Bad me dejó una última sorpresa de la que me he dado cuenta tras una semana. Creía, todo indicaba, a que tras Granite State todo lo que nos quedaría sería una punzada en el pecho al pensar en el final, nuestros ojos conteniendo lágrimas pensando en la tragedia que es toda la historia, o al menos una caída de ojos, pensativa, al recordar la serie. Pero no. Escuchando Baby Blue sólo podemos sentirnos vivos.

Todo ha quedado tan claro como Vince Gilligan deseaba: Remember his name. Live Free or Die.

[pinit]
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