Opinión para sama de waad al- kateab y edward watts

Una carta de amor de una joven madre a su hija, la película cuenta la historia de la vida de Waad Al-Kateab a lo largo de cinco años de guerra en Alepo, Siria. Durante estos cinco años se enamora, se casa y da a luz a Sama, mientras un conflicto catastrófico se levanta a su alrededor. Su cámara captura historias increíbles de pérdida, risas y supervivencia mientras Waad decide si huir o no de la ciudad para proteger la vida de su hija, cuando irse significa abandonar la lucha por la libertad por la que ya se ha sacrificado tanto .

- ESTRENO HOY-

Para Sama es un documental duro, tuve que parar de verlo durante algunos minutos, pero también tan bello por la forma de narra de Waad.

Su forma de contar las cosas y de implicarse de ella, de su marido y de muchas personas es y ha sido admirable.

Esta película es una carta de amor a su hija y también al resto de personas de Siria, a esos que murieron, a los que quedaros atrás, a los que tuvieron que dejar todo, a los que se quedaron...

Una producción valiente, sin tapujos, sin medias tintas, pero con imágenes tan impactantes, tan tristes que duelen y mucho, pero es que Waad no ha querido mostrar nada más que la realidad.

Creo que tanto ella como su marido hicieron lo que pudieron y resistieron hasta el final y duele dejar todo e intentar mirar hacia delante, pero ellos siempre han sabido de donde vienen.

Todo el mundo con el virus y otros desastres naturales creo que se ha olvidado de Siria y otros países con guerras o conflictos en marcha, creo que para muchas personas esto queda lejos, pero estoy feliz de que se estrene el día de hoy este documental para recordarnos que Siria sigue existiendo y que lo que les ocurre a muchas personas en Para Sama, sigue existiendo.

Es una visión del país a lo largo de cinco años y en distintas etapas de la guerra y de la dictadura.

Los testimonios de los niños son estremecedores, ya sabéis que los niños son directos y son los que más han sufrido la guerra y más se dan cuenta de lo que ocurre, pero aunque Waad Al- Kateab hace esta película a su hija, también es un homenaje a esos niños y niñas cuyos sueños se rompieron en mil pedazos arrasados por bombas y perdidas.

A veces las imágenes que capta Waad son muy bonitas, la nieve sobre Alepo y las plantas creciendo en medio de la adversidad o un bus que es pintado por niños con mensajes o las charlas que tiene con Sama mediante esta producción.

Hace tiempo no veía un documental que me dejase tan vacía de tanto llorar y tan pensativa por algunos testimonios de personas.

Esta película ha ganado muchos premios internacionales y tiene el reconocimiento de muchas personas, pero tendría que ser obligatoria ver en institutos y en muchos otros lugares.

Cuando una película me impacta tanto me quedo en blanco y no puedo hablar o me quedo sin palabras, pero es que solamente puedo decir que es necesario y obligatorio que la veáis, porque no dejará indiferente a nadie. Muy recomendado.