[Opinión] Review Pequeñas Mentirosas 4×05

[Opinión] Review Pequeñas Mentirosas 4×05

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Melania Morillo 12 julio, 2013 0

Si el episodio de la semana pasada sorprendió bastante al volver a los orígenes, en este no puedo decir otra cosa que “vaya“. No ha sido un gran episodio, no ha sido épico, no del todo… pero tiene algo que te hace decir “vaya“. En los 45 minutos que consta el episodio vamos a ver cómo algunas hacen frente al ingreso en la universidad, a otras intentando proteger a su familia de las garras de -A… y sobretodo vamos a sorprendernos con una final no en sí inesperado pero cuanto menos extraño.

Comenzamos con la review!

En los primeros minutos antes de la intro no aparecen las chicas como usualmente hacen sino que en este caso solo está en escena Hanna y su madre, aunque más bien es Hanna y el miedo a lo que le pueda suceder a su madre. Y no es para menos ya que como veremos posteriormente, la rubia del grupo va a sufrir bastante por la incertidumbre respecto a la culpabilidad de Ashley. La obsesión y el miedo provoca que la chica tenga pesadillas donde su madre, además de estar en la cárcel, sufre la ira de un peluquero inexperto. No sé que será peor para Hanna si tenerla en la cárcel o con ese peinado tan horroroso. Acto seguido a este momento tan “WTF!?” Hanna corre a buscar a su madre, quien está tranquilamente en la cocina y parece ser que la chica se relaja aunque no del todo. Al menos esta vez solo se trataba de una horrible pesadilla.

Hecha una vez la presentación del episodio, servidora empieza a hacer el análisis del episodio centrándose como siempre en las chicas y sus historias:

Spencer. Hoy comenzamos con la jefa. Por si alguien tenía alguna duda de que Spencer es la ama del lugar hoy no tiene por qué dudar. Spencer en este episodio ha brillado con luz propia ya que le han devuelto la ironía y la chispa que la temporada pasada perdimos en ella. Referencias muy frikis (“You shall no pass” o “a Lannister always pays his debts“) y comentarios repletos de sarcamo aparte, Spence ha brillado con luz propia al convertirse tal y como decía la semana pasada, en el grano en el culo de -A. ¿Por qué? Porque mientras que las demás hacen frente a las diatribas que la mano negra les ha ido poniendo en el camino, ella se centra en lo verdaderamente importante: el teléfono que Tippi no dejaba de canturrear. Intentando encontrar de dónde proviene, consigue con la ayuda de Aria encontrar un hilo del que tirar: el condado de York. Gracias a una lista de Universidades que le dan en el Instituto, Spence descubre que el prefijo del número pertenece a esa zona y gracias a la excusa perfecta hecha hombre -un tal Branden cuyo trabajo es que la gente de buena imagen en las universidades donde quieren entrar- enreda a Emily para que la acompañe hasta Cicero, una pequeña Universidad menor . Allí la chica interroga al típico nerd con gafas presidente del club de ajedrez y custodio de los secretos del campus consiguiendo  una respuesta que reafirma la intuición que tenía: el hottie surfero ex de Alison estudiaba allí junto con los integrantes del desaparecido NAT club. Por ahora, y para no adelantar acontecimientos, solo puedo decir “ole tú, Spence“.

De Spencer pasamos a Emily. Ems lleva varios episodios haciendo frente a su lesión en el hombro y en las horribles consecuencias que esto supone, y por eso, ha estado -más- mustia y simplona de lo habitual. Sin embargo, parece que en este ha encontrado algo con que ilusionarse: la idea de poder estudiar en otro sitio que no sea Stanford. Gran parte de culpa la ha tenido su padre -cool daddy como me gusta llamarlo- que la anima diciéndole que hay más opciones en la vida que no todo puede reducirse a la natación. Más animadam la chica aprovecha la ausencia de Spencer en la reunión

La excusa hecha hombre

con Branden (aka el vendealumnos) para ganárselo y que este se ofrezca a ayudarla gratuitamente. Muy hábil eso de aparentar ser una chica buena y tímida, mientras olvidas mencionarle que no te van los tíos. Minipunto para ti. En fin, que enredada por Spencer y empujada por la idea de poder estudiar en una Universidad como la de Cicero, Ems logra colarse en la fiesta de la fraternidad junto con Spencer y así hacer amigos e informarse de lo que le espera. La insistencia de Spencer por seguir investigando y el pasotismo de ella provoca una pelea entre las dos, siendo esto una de las situaciones más realistas de un episodio dominado por el absurdo. La discusión entre ambas está muy lograda y refleja muy bien la opinión que las dos tienen de la otra: Emily acusando a Spencer de estar siempre respaldada por sus padres y Spencer acusando a Emily de camelarse al muchacho para conseguir un buen sitio en la facultad.

El ataque de las abejas asesinas

Si con Emily y Spencer hemos tenido la escena más realista de la serie, con Aria vamos a tener la escena creepy del episodio, ¿por qué? Porque tras una charla con su madre para que esta se vaya de Rosewood -en serio, por mucho que quieras que tu madre esté a salvo, el hecho de que deje a sus dos hijos a cientos de miles de kilómetros no es algo muy normal, por mucho que te empeñes, Aria-, -A se marca un ataque de supervillano de manual haciendo que

Ella se quede encerrada en el coche con un panal de abejas. Por suerte el ataque no es mortal y Ella solo tiene como consecuencias que se tiene que quedar en casa convaleciente; Aria aprovecha para convencer a su padre para que este persuada a su ex-mujer a que se marche. Al principio se muestra reacio pero finalmente, lo vemos que ha quedado con Ella para discutir sobre si debe marcharse o no. Ya veremos como acaba todo.

Por último le toca el turno a Hanna, la gran protagonistas del episodio. La obsesión por descubrir si su madre mató a Wilden o no, la lleva a registrar el armario de su madre y lo que encuentra no es nada tranquilizador ya que entre las cosas de Ashley y cubierta por un pañuelo azul se encuentra la pistola del señor Marin, que supuestamente es la misma con la que Wilden fue asesinado. Hanna entra en pánico e intenta ponerse en contacto con sus amigas pero ni Aria ni Spencer le echan cuenta así que en un momento de desesperación va en su busca y viaja hasta la Universidad Cicero. Lo que le depara a Hanna de aquí en adelante no es precisamente un final feliz.

La guarida

Hasta aquí el resumen del episodio porque como de costumbre en los últimos diez minutos  ocurre lo bueno. Pero ¿qué ocurre? Ocurre que Hanna se persona en Cicero y le cuenta a Spencer su descubrimiento, Spence le pide que espere a que encuentre a Emily y la deja sentada en un sillón. Siguiendo una corazonada, Spence sube al piso de arriba y de

escalofriante: Hanna enterrando la pistola en el suelo siendo descubierta por la policía -se ve que la seguían- y detenida posteriormente. Spence y Ems difícilmente se lo creen, pero sin embargo es así. Tengo que decir eso de “buena jugada, -A“.

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