[Opinión] Review Pequeñas Mentirosas 4×08

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[Opinión] Review Pequeñas Mentirosas 4×08

Melania Morillo 4 agosto, 2013 0 [Opinión] Review Pequeñas Mentirosas 4×08

¡Ya está aquí la review del octavo episodio de Pequeñas Mentirosas! El episodio, muy aburridete en sí, ha aportado pocas aclaraciones pero al menos, consigue establecer futuras tramas que se pueden considerar interesantes sobretodo si se omiten los 30 minutos del principio y nos quedamos con el final , ya que ha sido tan sorprendente como inesperado. ¿Quieres saber qué ocurre? Pues sigue leyendo.

La presentación se ha centrado por primera vez en la temporada en Emily, o más bien, en su madre que está intentando salir adelante después de que el coche se estampase contra su casa. La buena mujer se empeña en encontrar al culpable mientras hace cuentas y su hija… su hija bueno, intenta ~~a pesar de su problema para expresar emociones~~ aliviar sus preocupaciones. Por otro lado, el resto de las liars están en casa de Spencer donde hacen cábalas sobre quién conduce el coche que destrozó Villa Fields hasta que Veronica Hastings hace acto de presencia diciéndole a Hanna que probablemente su madre sea trasladada, lo que provoca que la rubia colapse por un instante. Acto seguido comienza la musiquilla y con ello, el episodio en sí.

En esta review voy a comenzar por Emily, quien quizá sea la que menos ha tenido que ver con el hilo principal de Hanna ya que se sigue desarrollando su historia paralela: su intento por entrar en una Universidad. La chica, aconsejada por Ezra -que intenta saber si -A ha vuelto- se reúne con su monitora de trabajo voluntario veraniego, una tal Zoe, para poder así tener una carta de recomendación con la que presentarse a las universidades. Por primera vez en ocho episodios a Ems le salen las cosas bien porque Zoe la idolatra y está más que dispuesta a ayudarla, tanto que le ofrece ir a Nicaragua a ayudar. Contentísima de la vida, la muchacha llega a casa para contárselo a su madre quien impotente por no poder darle a su hija lo que necesita rompe a llorar pidiéndole que siga con su vida. Una escena que sería totalmente conmovedora sino fuera por la poca intensidad que Shay Mitchell le inyecta a Emily.

Si Emily parece tener una historia aparte de la principal, Aria no se queda atrás. La sensación de que a este personaje no le den peso en la trama principal para mí solo significan dos cosas: o Aria es -A o está de relleno en esta temporada. Quiero decir, Aria es la que tiene el problema más alejado de el peso principal -que es el acoso de -A- ya que el suyo, es un problema de índole personal intentando proteger a su hermano menor sacándolo de
problemas. Su historia se ha centrado en su preocupación por su hermano y su charla con su ex-entrenador/novio -que ahora también entrena al chico- para que le eche una mano. Finalmente todo parece salirle bien al nivel que acaba quedando con el guapete para salir. No se podrá quejar.

De la suertuda de Aria al personaje al que yo le escribiría una serie propia: Spencer. La liar más problemática toma prestado sin permiso uno de los archivos policiales de Wilden que el ayudante de su madre estaba intentando ordenar. El informe data de unos años atrás y tiene como protagonista a la madre de Toby y a Eddie Lamb, el enfermero que tanto le ayudó en su estancia en el psiquiátrico. Debo admitir que la forma en la que Spence se ha presentado en Radley para hablar con Eddie ha hecho que me ría de buena gana porque no se puede ser más melodramático en esta serie, aunque en realidad el melodrama sea una de las cositas que más me gustan. La visita al lugar donde todos entran y salen sin ningún tipo de control, concluye con una cosa clara: Wilden era un corrupto de cuidado, cosa que la chica le hace saber a su madre quien impotente no puede hacer nada por usar eso para ayudar a Hanna.

Para finalizar el repaso de las acciones de las chicas en el episodio, me he reservado a Hanna para el final porque es la que ha tenido el gran peso del episodio. Hanna viene haciendo lo mismo desde varios episodios atrás: luchar por sacar a su madre de la cárcel. Ayudada por sus amigas busca desesperadamente algún recurso legal con el que librarla de la justicia pero no hay nada… así que se lanza a por otra vía menos ortodoxa que tiene nombre propio: Mona. Hanna le pide ayuda a Mona para que la transforme en una experta mentirosa y así confesar el asesinato de Wilden y sacar a su madre de allí. Las escenas donde Mona y Hanna juegan a interrogarse se ha convertido en una de mis favoritas de toda la serie, tanto por el guión como por las dos interpretaciones.

Pues bien si todo lo anterior te ha parecido bueno, el final es demasié y es que una vez las chicas están cada una a lo suyo -Aria con el guapete, Spencer discutiendo con su madre, Ems consolando a la suya y Hanna convenciendo a Caleb de que lo que va a hacer es lo correcto- suena el teléfono de Verónica Hasting para informar de algo que ha ocurrido en comisaría. Las cuatro liars salen disparadas hacia allí y lo que ven es tan desconcertante que se quedan totalmente impresionadas al igual yo: Mona va a declararse culpable del asesinato de Wilden. Si es que cuando yo decía que Mona estaba enamoradísima de su mejor amiga nadie me creyó… pues ale, ahora existe la prueba.