Opinión: The Amazing Spider-man 2 por David Carrero

Opinión: The Amazing Spider-man 2 por David Carrero

El mayor icono de Marvel ha vuelto con la que es ya la segunda entrega de su reebot cinematográfico, había ganas de poder ver si su director, Mark Weebs (500 días juntos) que ya dirigió la descafeinada primera parte hace dos años, conseguía quitarse de encima la presión por las comparaciones con la anterior trilogía de Sam Raimi y hacer suyo a un personaje con una versión anterior aún demasiado cercana en el tiempo.
 En parte casi se consigue que olvidemos la tan mencionada y recordada saga anterior, aunque esto es achacable a un casting mucho más acertado, al menos en cuanto a sus jóvenes protagonistas se refiere, Andrew Garfield y su socarrón Spider-man, Emma Stone en el papel de la novia del héroe Gwen Stacy, que se sale por completo del manido y clásico rol de dama en apuros y la nueva incorporación de Dane DeHaan como un Harry Osborn que a pesar de las licencias con respecto a las viñetas  aporta una reinvención coherente para la gran pantalla. No podemos decir lo mismo en cambio de otros papeles en manos más curtidas, Jaime Foxx a pesar de poseer un demostrado talento interpretativo, aquí da vida a un realmente excesivo Max Dillon/ Electro que supuestamente es el villano principal de la función, por otra parte Sally Field y no convence con sus constantes charlas de Tía May, en cuanto al resto de personajes con menos presencia, cumplen sin más.
Donde más falla el film sin embargo, es en mostrar una serie de tramas que se enredan y que parecen perder el rumbo por momentos, los guionistas se empeñan durante buena parte del metraje en hacer como principal la trama de Electro, cuando en realidad es la historia de Harry Osborn la que atrae todo el interés, pero que se ve eclipsada y entorpecida, tampoco ayudando el hecho de que además de tener que contar el origen de dos villanos, haya que seguir desarrollando la historia romántica de turno, que se antoja excesiva y mal dosificada, estando además la cuestión de tener que continuar desvelando los secretos de los padres del protagonista. Por fortuna llega un momento en el que se consiguen encajar las piezas, aunque el daño de haber ido a la deriva durante buena parte de la película ya está hecho, esta remontada final consigue que a pesar de todo se justifique al fin el hecho de haber realizado un reebot de Spider-man, y la sensación general es de evolución respecto a la primera entrega, aunque ambas sigan compartiendo algunos fallos.
Y siguiendo con la parte del guión no podía cerrarla sin hacer mención a un suceso clave de la historia de Spider-man sucedido en su serie de comics clásicos, que se atreven a incluir en la película, dicho suceso que no voy a revelar es tan importante porque en el momento de su publicación en el año 1973 significó por si solo el fin de la inocencia para la industria completa del comic abriendo la veda para el todo vale, quién sabe si podría significar lo mismo para este universo de adaptaciones Marvel al cine, unas películas que rara vez se saltan algunas de las normas establecidas.
Siguiendo con la fidelidad de esta nueva entrega con la versión en papel, su mayor acierto es potenciar más aún al Spider-man bromista, charlatán y desinhibido, mucho más acorde con lo que el personaje lleva haciendo desde hace ya más de cincuenta años en las viñetas. No es así en cuanto a los villanos, Electro se asemeja más a su versión actualizada, el Duende Verde aquí mostrado directamente no tiene referente alguno anterior, aunque ciertamente son coherentes con lo que debe ser creíble en imagen real, y en cuanto al Rhino, por fortuna solo muestra de momento una aparición anecdótica y que esperemos que siga siendo así para sucesivas entregas.

Técnicamente poco hay que decir, el trepamuros jamás ha lucido así de bien antes, ayuda bastante a ello el regreso al diseño clásico del traje arácnido, sin olvidar a un Electro que se sirve de todo el poderío visual que aporta Nueva York para lucir poderes. Esta factura técnica impecable se ve empañada sin embargo por unas escenas de acción resueltas de forma apresurada, incluso fortuita, dejando una sensación efímera. En cuanto a la banda sonora aunque mejora las partituras de la anterior entrega, no obstante esta a los mandos de la misma Hans Zimmer, todo un experto en el género, aunque aún no es capaz de encontrar una fanfarria que identifique al personaje como si que logró Danny Elfman para la anterior trilogía.
En conclusión, The Amazing Spider-man 2 es un espectáculo muy disfrutable, pero que sigue estando unos peldaños por debajo a lo que se podría esperar, mejora la primera entrega en absolutamente todo, y quedan suficientes cabos sueltos como para garantizar mas secuelas e incluso spin-off del universo arácnido, esperando que no se repita está saturación de tramas y se encuentren más repartidas a lo largo de toda la franquicia planificada.
Lo mejor: El propio Spider-man y esa sensación que transmite de pasárselo realmente bien bajo la máscara y la nueva y actualizada trama referente a la familia Osborn.
Lo peor: Saturación de tramas que se solapan entre sí mismas y las demasiado sencillas conclusiones de las secuencias de acción.
Puntuación: 6/10