¿A qué niño le gustan las visitas? Si son de su tío favorito que siempre llega cargado de regalos, vale. Pero si se presentara en tu casa sin avisar una multitud de gente desconocida, ¿cómo te lo tomarías? ¿Y si tu casa es una cueva? ¿Y si tu pájaro cloqueador se asusta? ¿Y si te quedas sin tu cama de piedra? Porque hace más de 30000 años las camas eran de piedra, claro. MUCHOS no son ni buenos ni malos... A veces, simplemente, son demasiados.
Tik vive en una cueva con su Mamá, su Papá y sus hermanos Tok y Tak. ¡Ah! Y su pajarraco cloqueador, Kroketa. Siempre han sido los seis solos, viviendo tranquilamente en Nuestra, una cueva de un tamaño perfecto para una familia como la suya. Pero la cueva no es solo un hogar, también es una clase donde Mamá les enseña diferentes asignaturas como Dedos, Gruñidos o Gente.
Y aquel parecía un día normal, uno más en sus apacibles vidas...
Hasta que Kroketa interrumpió la clase para darles el aviso.
Entonces, cuando salieron de la cueva, se encontraron con una visita de lo más inesperada: un montón de troglos. Tik no es capaz de contarlos con los dedos. Lo que sí sabe es que son Muchos.
A Papá no le gustan nada las visitas, pero Mamá dice que lo correcto es acogerlos, ya que todos esos troglos han tenido que huir de un terrible peligro que irrumpió en su poblado.
Hay visitas que duran unos días, otras se alargan de manera imprevisible, algunas son divertidas, otras de lo más molestas...
Pero para Tik, que nunca ha tenido contacto con nadie que no fuera su familia directa, la visita de los troglos supondrá, sobre todo, aprendizaje y descubrimiento. Nuevas palabras, nuevos conceptos, nuevos sentimientos, nuevas realidades...
Y mientras la niña va asimilando todo ese abanico de posibilidades que se abre ante sus ojos, los mayores no son capaces de llegar a un acuerdo. Los que mandan parecen más interesados en sus propios intereses que en crear un ambiente agradable para todos y cada vez se muestran más enfadados.
¿Conseguirán que reine la paz o se convertirá en una de esas visitas que se estiran como un chicle hasta que todo explota?
¡Qué bien me lo he pasado con este libro! Nunca había leído nada de Miguel Matesanz y ha resultado una fantástica sorpresa. Su estilo narrativo es divertidísimo y de lo más original. Juega con las palabras haciéndolas casi bailar, creando con ellas una trama divertida, fresca y viva.
La narradora es Tik, así que además está salpicado de ternura, de inocencia y de las reflexiones de la pequeña sobre esas cosas nuevas que va descubriendo con la llegada de los visitantes.
Además... ¡el giro de trama no lo vi venir! ¡Me pilló totalmente desprevenida!
La edición viene ilustrada a color por María Corredera y todos los dibujos contienen el mismo humor simpático y dulce de la trama.
En resumen, Muchos me ha parecido una aventura prehistórica muy divertida, anacrónica y loca. Si estás buscando una historia entretenida y juguetona para pequeños lectores, que además hable de convivencia y aprendizaje, no te la pierdas.
Recomendado por la editorial a partir de 10 años.