Revista Educación

Oporto, una cena junto al Duero.

Por Siempreenmedio @Siempreblog

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Llegamos a Oporto sin saber lo que nos íbamos a encontrar. Un viaje relámpago de tres días en nuestro recorrido por Portugal. Ahora mismo nos espera un tren para Lisboa y otra corta estancia de tres días en la capital antes de partir hacia El Algarve. Y las impresiones sobre Oporto no podían ser mejores. Una ciudad de contrastes. Muy turística pero no excesivamente masificada, que une los edificios antiguos, las callejuelas adoquinadas o las iglesias del siglo XVII y XVIII con las típicas atracciones para turistas. Tal vez lo único achacable sea el clima. Demasiado cerca de Galicia está Oporto como para tener un clima de verano ideal. Pero nos quedamos con ganas de volver y descubrir más lugares de esta Bella ciudad. De probar más pescado a la orilla del Duero, otra francesinha en algún bar escondido o un buen Oporto en alguna cava de la Ribeira. Si apetece ver alguna ciudad nueva, con encanto y no excesivamente cara, Oporto es un destino a tener en cuenta, una maravilla por descubrir.

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