Las historias de personas que trabajan brindan grandes enseñanzas. En general son más comprensibles y generadoras de cambio, que un contenido teóríco. Las vivencias permiten incorporar conocimientos por identificación.
Esta vez me gustaría compartir el proceso de desarrollo de un joven en una compañía multinacional.
Aquí va:
Esteban tiene 22 años y, desde un año y 10 meses, trabaja en una importante empresa dedicada a la venta de productos cosméticos. Ingresó a la compañía, por medio de una consultora, ocupando la posición de "asistente" en el área de sistemas. Inicialmente su función fue la de solucionar los problemas técnicos que incluían, tanto una impresora que no funcionaba como conseguir que alguien viniese a configurar la central telefónica cuando ingresaba un nuevo colaborador. Esteban no contaba con estudios específicos (se está formando en Administración de Empresas) pero si con experiencia en el rubro y demostró, siempre, una excelente disposición para prestar un servicio a sus clientes internos. Poco a poco fue generando un clima de confianza en su capacidad para resolver y responsabilizarse por los problemas y consiguió que le asignaran nuevas funciones. Tuvo contactos con proveedores, colaboró en el análisis de presupuestos, implementó nuevos servicios y se hizo cargo de su seguimiento.
Intentando ascender
La estructura del sector en el que trabaja incluye otro asistente (que no es empleado efectivo, sino tercerizado), un coordinador y el gerente de una unidad de negocios de la compañía que, también está a cargo del área de Sistemas. Al tercer mes, su coordinador renuncia. Esteban tiene conciencia que puede haber una posibilidad de crecimiento y buena parte del esfuerzo que realiza apunta a conseguir ese puesto. Pasa un año y medio y, a pesar que la gente lo conoce y le tiene confianza, que accedió a todos los pedidos de colaboración (trabajar los sábados y domingos o acudir a la oficina a cualquier hora de la noche porque el sistema se había caído, por ejemplo) y que mostraba día a día mayor idoneidad, la oportunidad de mejorar su posición no llegaba.
El sector seguía funcionando sin coordinador, la crisis hizo de las suyas y congeló los presupuestos y Esteban empezó a pensar que debía estar atento a otras oportunidades. Se sentía enojado e impotente enojado e impotente.
A fin del año pasado se anunció que la empresa se mudaría, ya que la gerencia regional iba a unificarse con la gestión local, en una sola oficina. El rol de Esteban implicaba un alto grado de exposición en este proyecto ya que su trabajo sería que todos ítems vinculados a "sistemas y comunicaciones" funcionasen perfectamente en el nuevo lugar de trabajo. Programó sus vacaciones teniendo en cuenta las fechas de la mudanza (que, finalmente, se aplazaron unos 5 meses) y se dispuso a ver en dónde estaba la oportunidad para subir un escalón profesional. Al mismo tiempo tuvo contactos de consultoras y dos o tres entrevistas en empresas, que no lo convencieron. Su sueldo tuvo una mejora ya que su evaluación de desempeño fue muy buena, pero la posición seguía siendo la misma.
La oportunidad bien aprovechada
Hace dos meses, recibió el aviso de una búsqueda interna para el área de marketing. Se trataba de una posición de analista para un sector muy dinámico y desafiante y estaba abierta tanto a candidatos que trabajasen en la compañía como a postulantes externos. El sueldo ofrecido era de un 50 % por encima de la remuneración que en ese momento percibía. Esteban inició un
Actualmente está esperando la oferta formal pero ya fue convocado por su nueva jefa para comenzar a empaparse de los temas de lo que será su nueva función. Un detalle no menor está asociado a una pequeña desilusión: por una regla interna de la compañía, ningún dependiente puede tener un aumento de sueldo de más de un 40 % en un año. Esteban tuvo que aceptar una remuneración menor a la que estaba publicada ya que lo que prevalece, es la regla interna de la compañía. Seguramente, recién en unos meses, se oficializará su nueva categoría.
Esta historia de idas y vueltas, incertidumbre, ilusión y desilusión, sentimientos de poca valoración, networking interno, adaptación a las condiciones del medio, trabajo y esfuerzo es un ejemplo real de un paso ascendente en la carrera de un muchacho con ambiciones de crecimiento.
Los comparto para elaborar hipótesis e interpretaciones de los hechos para, luego volver a "la experiencia", y comprobar su vigencia.
Y crecer a partir de la reflexión.