Pero si te decides por actuar, confiando en que las cosas van a cambiar, una poderosa energía, repleta de proactividad, se habrá apoderado de ti. Te ves capacitado de cambiar el mundo y lo vas a hacer. Has aceptado la realidad y tienes ACTITUD DE MOVIMIENTO, de cambio, de camino y de comienzo.El optimista, una vez que echa a andar, no ve obstáculo, descubre oportunidades. No se lamenta de los fallos o desastre, se pregunta el porqué y busca soluciones al respecto. No se queda quieto y tiene inquietudes por salir victorioso del envite. En cambio, el pesimista por nada se mueve, ve obstáculos en las oportunidades y no se atreve a salir de su zona cómoda. Ten por seguro que esa zona confortable y segura, nada mágico sucede, nada cambia y no se producen grandes descubrimientos.El optimismo debe ser inteligente, con la conciencia fija en unos logros y en un saber vivir, en un saber disfrutar de la vida y de lo que ésta nos ofrece. Y con estos parámetros, deben apuntarse 3 compromisos para desarrollar y mantener ese OPTIMISMO INTELIGENTE:- Tener una ACTITUD DE ACCIÓN. Movimiento y proactividad.
- Tener una ACTITUD DE CAMBIO. Aceptar la realidad y confiar en que la situación va a mejorar.
- Tener una OBLIGACIÓN ÉTICA. Creer en ti y saber que lo puedes lograr.
