Leyendo el post sobre el efecto del optimismo a la motivación me venían tantos comentarios en la cabeza que decidí escribir este post.
según el investigador Piers Steel, existe una relación directa entre la motivación necesaria para hacer algo y el nivel de optimismo y confianza sobre nuestras capacidades para hacerlo. Sin duda existe un rasgo que caracteriza a las personas que tienen éxito, y es que creen en sus capacidades y confían en ellas. En este sentido, las creencias juegan un papel fundamental ya que pueden disparar o disminuir directamente nuestras expectativas. Creer que puedes hacer algo aumenta tu confianza y por tanto tu motivación.
Hablando de esta confianza, me venia una situación de uno de mis trabajos anteriores en la cabeza. Trabajaba con un empresario del sector tecnológico que tenía una empresa rentable con varios productos exitosos en el mercado. Me explicaba sus planes del futuro, obviamente con mucho optimismo y confianza.
Pero cuando le escuchó hablar me daba cuenta de que no tenía ni idea del mercado en que estaba. No conocía los productos de su competencia, no sabía lo que estaba pasando en otras regiones y no ha estudiado las tendencias actuales en su sector.
Entonces lo vi claramente: esta persona ha llegado a tener éxito gracias a su desconocimiento, porque si tendría mis conocimientos del mercado nunca había empezado este proyecto. O dicho de otra forma: para mi sería muy difícil tener este éxito, porque mis conocimientos evitan tener tanto optimismo y, por tanto, motivación.
según Piers Steel, desde el punto de vista de la procrastinación, el exceso de optimismo puede llevarnos al exceso de confianza y acabar quedándonos sentados esperando que algo bueno ocurra, como en la fábula de Esopo sobre la liebre y la tortuga.
Un punto interesante: demasiado optimismo perjudica la efectividad…
Una de los factores que causan este efecto es el hecho que tu mente no sabe distinguir entre tus planes y la realidad. Si el optimismo proviene de visualizar (con confianza) el resultado deseado, la mente ya da por hecho que lo has conseguido y empieza a procrastinar…
Concluyendo:
Desde el punto de vista de la efectividad personal, optimizar nuestro optimismo, implica ser capaces de encontrar el punto de equilibrio respecto a la dificultad que entraña hacer algo. En este punto de equilibrio nuestra motivación será alta, siendo conscientes además que si simplificamos en exceso las cosas acabaremos no haciéndolas.
Visto esta confirmación, me pregunto si definir la Próxima Acción de un proyecto es una forma de una simplificación desmotivadora. Es decir, si en mi lista de acciones he definido cosas hasta el nivel en que puedo hacer la tarea sin tener que pensar qué hay que hacer, me faltará el contexto que me motiva.