Revista Economía

Optimus nunca será un buen agente inmobiliario

Por Cesvillas

Tras analizar la presentación de Elon Musk “We Robot” y sus dispositivos Tesla, me pregunto:

¿Qué no será capaz de hacer la inteligencia artificial cuando, además, se le proporcionen extremidades, ruedas u otros artilugios?

¿Qué tipo de trabajo no podrá realizar un robot con inteligencia artificial?

Pensando en mis hijos adolescentes, pocas actividades quedarán en las que los humanos siempre seamos mejores que los robots, y una de esas es la de asesor inmobiliario.

Así como en ciertos trabajos manuales o industriales ya se utilizan robots, hay actividades que requieren cualidades auténticamente humanas.

Un agente inmobiliario, para realizar bien su trabajo, necesita escuchar y entender las necesidades del cliente. Requiere empatía, psicología y una verdadera voluntad de servicio al cliente, priorizando sus intereses por encima de los propios.

Ciertamente, hay tareas dentro del proceso de compraventa inmobiliaria en las que la inteligencia artificial mejora la actividad humana, como el uso de Big Data para realizar valoraciones, el análisis de documentos y contratos, la investigación de la oferta y la demanda o las predicciones de mercado.

Sin embargo, en todas estas tareas, la inteligencia artificial siempre se alimenta de información previa para obtener sus resultados.

optimus gen III
optimus gen III

Por mucho que entrenemos a la inteligencia artificial y le enseñemos a analizar casos de éxito, nunca será capaz de afrontar una situación completamente nueva.

Un cliente nuevo trae consigo necesidades diferentes, problemas particulares, objetivos e ideales que lo diferencian de otras personas que han comprado o vendido una propiedad, especialmente una vivienda.

Un buen agente inmobiliario es capaz de entender esas necesidades únicas, calibrar las sensaciones, adecuar el mensaje, empatizar con los deseos, para acompañar al cliente adecuadamente, sabiendo cómo tratar los problemas, anticipándose a ellos, y comunicando tanto las buenas como las malas noticias de manera adecuada.

Por estas razones, creo que un robot como Optimus no será el adecuado para ayudar a los clientes a gestionar la compraventa de una vivienda. No obstante, puede ser una herramienta útil para el profesional inmobiliario, ayudándole a mejorar y agilizar el proceso.

No cabe duda de que Optimus y sus siguientes versiones serán, si no lo son ya, de gran ayuda para realizar tareas repetitivas y de análisis. Será necesario utilizarlos para mejorar los servicios inmobiliarios.

Pero, para cuestiones importantes como la compra o venta de una vivienda, las personas seguiremos confiando en personas.


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