Amado Dios, hoy vengo de rodilla ante Ti para que me liberes de toda atadura que me impidan recibir Tú gracia y Tú bendición. Te pido que rompas toda cadena, toda escasez, o dominio que me impidan prosperar y vivir una vida feliz y tranquila en Tú presencia. En el nombre de Tú hijo amado Jesús, te pido que disuelva y desaparezca todo mal, y te imploro que me proteja con Tú Santo Espíritu.
Amado Dios, Tú que habitas en mi corazón, te ruego que disuelva todo quebranto de enfermedad, devuélveme la salud y permíteme seguir viviendo glorificando Tú grandeza y Tú inmenso amor. También te pido disuelve todo acto de espiritismo sobre mí. Señor, limpia mi corazón y mi mente, y permíteme consagrar mis pensamientos y decisiones en Ti Padre Santo.
Señor, dame fuerza física y mental para no dejarme afligir de las ataduras que intentan limitarnos. Dame paciencia para que las palabras malintencionadas no puedan afectarme. Señor, rompe toda atadura de pobreza, y abre las puertas de la prosperidad y abarrótanos de Tú riqueza.
Purifica mi alma, mi cuerpo, mi mente de toda atadura y permítenos resguardarnos en Tú Santa protección. Señor, disuelve toda atadura de amor enfermizo u obsesivo, ayúdame a valorarme y reconocer que soy Tú amado hijo (a) y que soy Tú más bella creación.
Señor, confío en Tú Santo poder y te pido que escuche mi petición y abras las puertas del cielo y envié Tus Ángeles para que me guarde de todo mal. Amén.
Si haces esta oración con Fe, puedes tener la certeza que Dios te escucha y que siempre está a tu lado. Deposita todas tus cargas en Él, porque Él es todopoderoso y nunca te abandonará en los momentos de dificultad, sigue adelante con gozo y entusiasmo, pues Dios ha destinado grandes cosas para bendecir tu vida.