Señor, gracias por este día y por todas las cosas que me diste y me quitaste hoy. Gracias porque eres mi roca y mi fortaleza en los buenos y malos momentos. Sé que no he sido el mejor amigo/a, hermano/a o primo/a, por eso les pido que me perdonen si los he ofendido consciente o inconscientemente a usted o a su gente.
Ayúdame a ser más como Tu Hijo Jesucristo, a que pueda profundizar más en Ti y a seguirte más de cerca. Padre, si alguien quiso hacerme algún daño o quiso ofenderme, lo perdono así como Tú nos perdonaste.
Bendigo a todos aquellos que no tienen a Dios en su corazón, te pido que puedan ver y sentir tu amor. Señor, limpia mi corazón, que cuando este alabándote y confesando mis pecados, me limpies y deshaga todo aquello que no te agrada.
Espíritu Santo, ya la hora de dormir se acerca, por eso dame una noche tranquila y un corazón tranquilo. Aleja todo pensamiento fuera de lugar, Señor, dale a mi cuerpo y a mi mente un buen descanso para que en el día de mañana pueda despertarme con buen ánimo.
Mientras descanso, Señor, dame ideas donde pueda prosperar, muéstrame los planes que tienes preparado para mí y revélale a mi corazón todo lo que necesito saber. Padre, purifícame para así seguir tu voluntad perfecta.
Eres nuestro Dios, quien mando a su único Hijo para que fuéramos salvo. Señor, alabarte y seguirte es un privilegio. Te agradezco por cuidarme, curar mis enfermedades, redimirme y hacerme tuyo.
Gracias por todas las bendiciones derramadas sobre mí, porque a pesar de que te he fallado, has hecho grandes cosas por mí, por eso te elijo Padre amado. En el nombre de Tu Hijo Jesucristo. Amén.
Vamos hacer esta oración con fe y esperanza. Vamos a darle gracias a Dios por el regalo de la vida y pedirle que derrame bendiciones sobre cada uno de nosotros y los de nuestros familiares, llevándonos hacia su camino, para así ser salvos y liberándonos de todo mal. Orar, es la mejor manera de acercarse a Dios.