Revista Sociedad

Oración para llenarte de esperanza en momentos de tristeza.

Publicado el 14 agosto 2018 por Ronerborg @unanimeradionet

Amado Dios, hoy me inclino ante Ti para pedirte por mi espíritu que se encuentra triste y dolido y que necesita de tu amor y tu misericordia para sanar sus heridas. Señor, te suplico que seas Tú escuchando mi clamor y ayudándome a alcanzar el bienestar que tanto anhelo.

Por favor pasa tus manos sanadoras sobre mi alma que está frágil y delicada, que se encuentra dolida por algunas personas que le hicieron daño, por maltratos que recibí, por situaciones tristes que solo dejaron desolación a su paso, por golpes y perdidas dolorosas y por todo lo vivido que aún no ha sido superado.

Te pido que por favor llenes mi corazón de ilusión y esperanza, libéralo del rencor y del dolor y bendíceme con un corazón nuevo, dispuesto a amar y que esté lleno de alegría y bondad.

Señor, te ruego que alejes de mi vida los sentimientos de amargura y sufrimiento, desata las cadenas que mantienen a mi ser atado a la desilusión, desaparece todo abuso y traición y con tu palabra de redención, declárame libre de todo aquello que me impide ser feliz.

Permíteme tener el valor y la fuerza para abrir las puertas de esta prisión donde anduve cautivo y por favor lléname de luz y esperanza en este nuevo día.

Te agradezco Señor, porque puedo sentir que en este momento Tú me estás cubriendo con tu manto sanador, curando toda herida y haciendo que en mi vida florezcan el perdón, la ilusión, la felicidad y el bienestar.

Amado Dios, gracias por escuchar mi oración, gracias por tus maravillosas promesas y gracias porque sé que de tu mano, muy pronto hermosas bendiciones habrán de llegar para alegrar mi vida, Amén.

Hacer esta oración con fe y esperanza te permitirá aliviar el dolor de tu corazón y recuperar la alegría de vivir. Confía, Dios te ama y Él quiere darte una vida llena de felicidad y prosperidad. Esperamos que puedas apreciar la obra de esta oración milagrosa en tu vida.

Confía, es hora de levantar tu mirada al cielo y vivir con esperanza, pues Dios ha visto tu vida y tus necesidades y Él será colmándote de dicha y amor.


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