Revista Cultura y Ocio

Oratoria electoral

Publicado el 14 abril 2011 por Desequilibros
El discurso político se ha hecho mayormente a coz y flato entre apretones de letrina, con la coartada infame de hablar "coloquialmente".
------------------
Se acercan tiempos electorales. Encomiéndense a quien crean que les puede proteger, porque la que nos avecina es de preocupar: mensajes altisonantes, soflamas encendidas, críticas aceradas, insultos velados, requiebros dialécticos… en fin, toda una suerte de vómitos retóricos cuyo objetivo es decir lo menos posible a la par que ocupar el mayor tiempo posible en los medios de comunicación: digitales, analógicos, hertzianos…
Los discursos vacíos pero "eficaces" se van a suceder ad líbitum, y algunos de los tics más extendidos poblarán de nuevo los informativos, tertulias, entrevistas, mítines y demás eventos en los que se reúnan dos o más asistentes.
Les prevengo de algunos:
• El invitado principal de un mítin solo intervendrá cuando tenga la seguridad de que una televisión está en directo informando del evento. Quién no recuerda a Miguel Angel Rodríguez (director de comunicación del PP y más tarde Secretario de Estado de Comunicacion y portavoz del gobierno) apretando el botón que encendía una luz en el estrado para que el orador (normalmente José María Aznar) comenzase con la retahíla de mensajes grandilocuentes; el resto del acto se lo pueden evitar, a menos que quieran tocar al candidato y sopesar la calidad del traje que porta.
• Otra consagración electoral: los pares ciudadanos y ciudadanas, compañeros y compañeras, hombres y mujeres, vascos y vascas, todos y todas… No sólo denunció este artificio Fernando Lázaro Carreter hace más de quince años sino que la propia Academia de la Lengua se refiere al asunto de forma explícita:
Este tipo de desdoblamientos son artificiosos e innecesarios desde el punto de vista lingüístico. En los sustantivos que designan seres animados existe la posibilidad del uso genérico del masculino para designar la clase, es decir, a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos: Todos los ciudadanos mayores de edad tienen derecho a voto.
La mención explícita del femenino se justifica solo cuando la oposición de sexos es relevante en el contexto: El desarrollo evolutivo es similar en los niños y las niñas de esa edad. La actual tendencia al desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en su forma masculina y femenina va contra el principio de economía del lenguaje y se funda en razones extralingüísticas. Por tanto, deben evitarse estas repeticiones, que generan dificultades sintácticas y de concordancia, y complican innecesariamente la redacción y lectura de los textos. El uso genérico del masculino se basa en su condición de término no marcado en la oposición masculino/femenino. Por ello, es incorrecto emplear el femenino para aludir conjuntamente a ambos sexos, con independencia del número de individuos de cada sexo que formen parte del conjunto. Así, los alumnos es la única forma correcta de referirse a un grupo mixto, aunque el número de alumnas sea superior al de alumnos varones.
Este tipo de expresiones repicarán estas semanas con "monotonía de cigarra canicular". "Una observancia continua y cartujana de tales copulaciones causa ralentización del discurso y tedio mecánico: el femenino se espera como un tac tras el tic del masculino, o al revés, y cansa".
Y, a día de hoy, hay iniciativas realmente sorprendentes porque se sustentan en la adición como agio, como esta que promueve, con el eslógan tú no me nombras, yo no te voto, el voto únicamente a aquellas formaciones que utilicen esta técnica en su discurso.
Ponía D. Fernando otro ejemplo atroz, además del conocido de "a todos y todas los dueños y dueñas de perror y perras": Una actualización mitinera de la invocación hernandiana a los andaluces de Jaén, aceituneros altivos… ¿convertiría los versos en andaluces y andaluzas de Jaén -¿y Jaena?-, aceituneros y aceituneras altivos y altivas?
"Es difícil concebir nada más concejil e iliterario".
• La retórica ciceroniana.  Aquella que consiste en comenzar el discurso diciendo que no se va a hablar de ciertas cosas, que resultan ser después el auténtico centro del discurso. No voy a hablar de los desmanes de fulano, ni de la corrupción de tal municipio, ni de la manipulación de tal otra insitución: voy a hablar de (colóquese aquí alguna de las frases grandilocuentes antes mencionadas). En una forma de decir sin decir. Ingenioso -hace dos mil años-, pero ya manido y exasperante.
• Y relacionada con la anterior, la anáfora. Dice D. Fernando:
Consiste, se sabe bien, en repetir algo al principio de enunciados sucesivos: "No venimos a pediros el voto sólo para conseguir escaños; no venimos a pediros el voto sólo para gobernar; no venimos a pediros el voto para amparar con él nuestros intereses personales. Venimos a pediros el voto para servir a la sociedad, venimos a pediros el voto para hacer más clara y transparente la política española, para limpiarla de podredumbre". Práctica de oratoria pobre, subterfugio para vestir peponas desangeladas.

• La contraria de la anterior: la catáfora, "con la cual se infla de repeticiones al final de las cláusulas: "Nadie podrá poner en peligro nuestra libertad, ni amenazar nuestra libertad, y aún menos arrebatarnos nuestra libertad".
"¿Eficaz? Sin duda. El auditorio, mecido por el valseo, se dispone al voto igual que el toro bien trasteado al estoque. El vaivén es terminal, corajudo, eyaculante, y algo como una centella recorre las vértebras correligionarias provocando delirio: ¿quién osaría birlarnos la libertad?
Son recursos de larga tradición retórica, pero hoy quedan como muy antiguos, y añaden trazos indeseables al encefalograma.".
No les diré a quién tienen que votar o dejar de votar. De eso ya se encargan otros, para pedir el vótame o para pedir el nolesvotes.
Intenten, si pueden, y con la ayuda que estimen oportuna, aunque sea de santos patrones o advocaciones diversas, que no les aplanen el encefalograma.
----------------
Bibliografía:
• Oratoria electoral. Fernando Lázaro Carreter. Los fragmentos entrecomillados son textuales de D. Fernando.

Volver a la Portada de Logo Paperblog