Revista América Latina

Ordago a la la grande

Por Mexinol
En España en unos meses se decidieron a adelantar las elecciones, los políticos se dieron de leches, se votó, ganó uno, el otro perdió, se eligió presidente y se pusieron a dar por culo a los españoles con las nuevas medidas.
En México en julio del 2012 tenemos elecciones para presidente del país, para alcaldes y para nosequeleches mas. Bueno, pues desde hace mas de un año los políticos andan lanzándose a la cabeza hasta los ceniceros para pillar el hueso grande.
Como os expliqué con anterioridad, en México no eliges al partido, sino que eliges al candidato, mismo que es de(do)signado por el partido. Es por ello que aunque las campañas electorales duren "solamente" tres meses, desde dos años antes los políticos ya empiezan a mover ficha dentro de sus partidos para ser el candidato asignado para tal o cual hues... vacante. Estos políticos empieza haciéndose amigos muy amigos de los periodistas, para que los saquen hasta en la sopa, empiezan a decir que están listos para apoyar a su partido si este decide designarlos como candidatos a tal puesto, aunque la realidad es que están haciendo hasta lo imposible por ser los elegidos. Sobre todo suelen aprovechar los que actualmente cuentan con un cargo público, anunciándose a bombo y platillo todas las buenas acciones que están haciendo y todos los logros de sus administraciones.
Cada candidato al interior del partido tiene sus seguidores y detractores, y tanto en los medios de comunicación como al interior de los propios partidos. Desde mas de un año antes se andan haciendo encuestas entre la ciudadanía para ver que político consideran mejor candidato para tal o cual puesto. Y cuando digo de varios candidatos en la carrera por un puesto, no hablo de dos o tres, sino que hay mas de una docena para algunos de los puestos, particularmente los mas importantes como son el de presidente del país o gobernador de ciertos estados con mas peso poblacional.
Otra característica que cabe destacar en los políticos mexicanos, y que ya expliqué, es que como no pueden reelegirse al mismo puesto, tienen que buscar otro diferente. Como es un puesto diferente y tienen que gastar pasta en publicidad, hay temor de que se vayan a gastar la marmaja de su actual puesto en hacer campaña, así que para poder hacer campaña, la ley los obliga primero a renunciar a su actual puesto, o como dicen por aquí, a pedir "licencia temporal" por si acaso no ganan el nuevo hueso, puedan volver al anterior si es que todavía no se termina su contrat... su periodo de tener el anterior puesto.
También sucede esto cuando luchan por un puesto y su partido decide que sea otro el candidato, se vuelven al puesto que ocupaban para terminar de sangrar las arcas públicas y aprovechar el año de hidalgo. A esta situación le dicen "chapulineo" por los chapulines o saltamontes, ya que saltan de un puesto a otro para no dejar de percibir un buen sueldo, pero sobre todo, tener acceso a recursos ilimitados.
Algo que hacen muchos políticos de baja escala es lanzarse por un hueso muy grande, fuera de su alcance, para que así los del partido les den uno un poco mas pequeño como "premio de consolación", y mas acorde a sus posibilidades amiguiles, ya cuando se vaya consiguiendo amigos mas poderosos, le darán huesos mas grandes para roer.
Curioso también, y que he notado que en España también está empezando a pasar es que los políticos no hablan de sí mismos en singular sino en plural, diciendo: "estamos a la entera disposición de lo que el partido defina, y una vez que nos elijan como candidatos, vamos a trabajar duro para poder lograr nuestro objetivo". Eso si, la pasta se la lleva él solito, pero cuando la caga, las culpas las reparte entre esos otros individuos que solamente él sabe quienes son, supongo que para así no aparecer en la televisión con tanta caca en la solapa.
En fin, que los políticos en todas partes del mundo son unos capullos que ganan un huevo de pasta, que esa es otra, os quejáis de los salarios de los políticos de España, pero en México tienen mayores ingresos que de aquél lado del charco. En México un diputado cualquiera anda ganando cerca de 200mil pesos al mes (unos 12mil euretes de nada), si a ello le agregas todos los tejemanejes y enjuagues que hacen por debajo de la mesa, no es de extrañar que quieran pillar un buen hueso independientemente de a quien tengan que llevarse entre las patas de los caballos, para entender esto os recomiendo que veáis la peli que os recomendé hace un tiempo, la de la ley de herodes.

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