● Título: Ordeno y mando
● Título original: Le fait du prince
● Autora: Amélie Nothomb
● Serie: Libro independiente
● Publicación: 2010
● Editorial: Anagrama
● Páginas: 160
● Precio: 7 €
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Hace cerca de un año que las letras de Nothomb me fascinaron, así que ya va siendo hora de volver a reseñar algo suyo por estos lares. Quienes conocen a la autora saben que su obra se puede clasificar en dos grupos: las novelas autobiográficas (con licencias poéticas, eso sí) y las de ficción (tan extravagantes como ella); Ordeno y mando es de las segundas.
Aunque leer a Nothomb es siempre un placer (eso no me lo quita nadie), lo cierto es que a este título le ha faltado algo. Me he encontrado con un libro disparatado que me ha entretenido, sí, pero que al final me ha dejado con una pequeña sensación de vacío; nada más terminarlo supe que no sería uno de los libros de la autora que quedarían grabados en mi mente (una pena). Así que, antes de seguir, os recomiendo que si aún no habéis catado nada de la autora probéis con otro título (Ni de Eva ni de Adán, por ejemplo); dejad éste para más adelante, cuando ya la hayáis conocido.
Creo que lo mejor es evitar hablaros del argumento (la sinopsis es más que suficiente); además, cuando se trata de esta autora eso es lo de menos. El estilo de Nothomb es muy peculiar: sonará extremista, pero leer sus letras puede ser una delicia o una tortura; es una de esas autoras a las que hay que odiar o amar, no suele haber término medio. No esperéis una novela al uso: esperad algo extravagante, rocambolesco, divertido y satírico, algo que os parezca una locura pero aún así os guste.A Nothomb la caracterizan sus personajes raros, sus diálogos que pasan de lo cotidiano a lo filosófico y de lo brillante a lo disparatado, la humanidad de sus historias (que a veces no tienen ni pies ni cabeza, pero oye, cómo encandilan) y su peculiar narración, que siempre adereza sus obras con su extraño humor (menuda es ella) y una buena dosis de sarcasmo. Y es que, citando a una antigua profesora de francés, “lo mejor que tienen los libros de Nothomb no son sus historias, sino cómo están contadas”. Chapó.
No es lo mejor que he leído de esta autora, pero aún así me ha gustado. El punto de partida es tan absurdo como cabía esperar y los diálogos tan brillantes y dinámicos como siempre; es una lástima que el final quede tan abierto, eso sí. La historia no es brillante, eso está claro y lo sabía antes de abrir el libro; pero me daba igual, la firma de Nothomb fue razón suficiente para leerlo. En esta ocasión se convirtió en un libro sencillo que me entretuvo un escaso par de horas, que me divirtió con su extravagancia, pero poco más; aunque, incluso así, me pareció que tras lo absurdo de sus palabras se escondía una extraña reflexión sobre la identidad (◕ω◕)
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