Revista Diario

Organización

Por Sory

Os voy a confesar un secreto (no lo es para cualquiera que me conozca, que le pregunten a mi madre). Tengo un defecto muy grave, uno que está afectando a mi vida y hace que tenga que renunciar a muchas cosas. Algo que hace que yo sea mi principal enemiga: Mi organización o mejor dicho, mi falta de ella.
Toda la vida me lo han dicho, pero no he conseguido corregirlo. En parte ha sido porque no me ha hecho nunca falta.
He dormido cuando me ha apetecido, he estudiado cuando he tenido ganas, normalmente a 2 noches del exámen, he comido cuando he tenido hambre, empiezo a arreglarme a la hora que he quedado y he dado siempre lo justo para conseguir lo que quería en cada momento. Nunca me he esforzado de más. Sólamente lo he hecho si he disfrutado de verdad con algo.
Cada noche me repito que me voy a acostar más pronto, que mañana madrugaré, que no puedo seguir así. Cada curso que he empezado me he propuesto llevarlo todo al día, y al final me sorprendía a mi misma a una semana del exámen, imprimiendo o fotocopiando apuntes, porque cuando no me apetecía tampoco escribía nada en clase, y cuando lo he hecho, no me lo he leido.
Mi pecado capital es la avaricia, sin duda, porque siempre quiero tenerlo todo, pero está seguido muy de cerca de la pereza, a la que sólo venzo si lo que deseo me importa lo suficiente como para hacerlo. En caso contrario, nunca hago hoy lo que pueda dejar para mañana. Y no he hecho más en mi preparación porque no lo veía necesario, no porque no pudiera, me he confiado, y lo he pagado.
En fin, que conseguir corregir todos estos vicios aprendidos durante tantos años, va a ser mucho más difícil que cuando me propuse empezar un blog y mantenerlo. Quizás porque no soporto las rutinas, pero creo que me vendrían bien algunas.
No sabeis lo importante que es establecer horarios desde pequeñitos, yo nunca tuve uno fijo. Me iba a mi casa cuando mis padres cerraban el bar, que dependía de la hora a la que se fuera el último borracho, y por las tardes me echaba una siesta juntando 3 sillas detrás de la barra. Después de comer me iba a los recreativos que había detrás del restaurante de mis abuelos, aprendí a hacer trampas hasta en el dominó.
Lo malo de querer convertirme en una persona organizada, no sólo por mí sino también porque algún día mi desorganización pueda afectar a otras personas, es que es algo que tengo que aprender. Puede que a cualquiera le parezca una tontería, pero a mi me cuesta un trabajo horrible. No sé por donde empezar. Siempre he trabajado por objetivos, y aquí no sé cual ponerme para empezar...
Para todos los que me habeis llamado y no he podido hablar con vosotros, tened en cuenta que paso muchas horas pegada al teléfono, hablando con unos y otros y aún así no puedo atender a todos. El otro día estuve desde las 8 de la tarde a las 2 de la mañana, y cuando colgué tenía aún 18 llamadas perdidas (os prometo que no exagero). Agradezco vuestra preocupación, pero sabed que en estos momentos no estoy triste, sino más bien herida en el orgullo, y más contenta por las vacaciones que fastidiada porque no salió como esperaba.
Tengo muchos defectos, pero siempre veo el vaso medio lleno. Tengo plaza, la primera vez que me presento a una oposición, y en el caso de que no pudiera elegir la especialidad que quiero, hay muchas ofertas de trabajo para médicos, mientras me preparo de nuevo.
Y ahora creo que me voy a ir a dormir, que mañana tengo que madrugar y ya me ha vuelto a pillar el toro. Si es que no tengo remedio...

Volver a la Portada de Logo Paperblog