La muerte de Jacinto, Jean Broc
¿También en la Edad Media?
Hace unas pocas semanas tuvo lugar la celebración del orgullo gay. Y lo cierto es que actualmente la comunidad homosexual en España disfruta ya de muchos derechos, entre ellos, el Derecho al matrimonio civil, conseguido en el 3 de julio de 2005. En 2004, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), dirigido por José Luis Rodríguez Zapatero, se presentó a las elecciones generales con un programa que incluía el compromiso de «posibilitar el matrimonio entre personas del mismo sexo y el ejercicio de cuantos derechos conlleva.». Tras el triunfo socialista en las elecciones y la formación del gobierno, y después de mucho debate, el día 30 de junio de 2005 se aprobó la ley que modificaba el código civil y permitía el matrimonio entre personas del mismo sexo y, como consecuencia de esto, otros derechos como la adopción conjunta, herencia y pensión. La ley fue publicada el 2 de julio de 2005, y oficialmente legal al día siguiente.
Pero lamentablemente esto no siempre fue así. Recordemos la represión franquista sobre los "maricones" y los fusilamientos de grandes personajes de la cultura como Lorca.
Pero yo os voy a hablar de un tiempo más remoto, os voy a hablar de la situación homosexual en la Edad Media.
Por un lado tenemos la tradicional visión de la Edad Media como una época oscura, cruel y represiva; y por otro estudios recientes de historiadores dedicados a desterrar un poco esos mitos y arrojar un poco de luz a ciertos temas. Porque si algo hay que decir de la Edad Media, es que ni fue igual en todas partes ni durante los diez siglos que duró.
Con la caída del Imperio romano de Occidente su legislación dejó de aplicarse por lo que la homosexualidad se practicará libremente y con bastante tolerancia durante la alta Edad Media en la mayor parte de Europa, aunque fuera considerada un pecado. Es una excepción la Hispania visigoda donde regía la Lex Romana Visigothorum que penaba las prácticas homosexuales masculinas con la castración y el destierro. En el imperio romano oriental Justiniano I continúa con la pena de muerte para las prácticas homosexuales en su legislación Corpus iuris civilis de 538.
La sociedad europea se volvió teocéntrica y la intolerancia con la homosexualidad fue creciendo. Las autoridades religiosas, muy poderosas al ser considerados los garantes del juramento de vasallaje y cúspide de la pirámide feudal, empiezan a perseguir a los homosexuales sistemáticamente a partir del siglo XII. El cristianismo como, el resto de religiones, condena la homosexualidad, basándose principalmente en la interpretación de la narración bíblica de Sodoma, además de las condenas del Levítico y de Pablo de Tarso en el Nuevo Testamento. Se empieza a considerar que como en el relato bíblico su práctica puede atraer la ira divina sobre los territorios donde se permitiera la sodomía, provocando plagas y desastres naturales, lo que convirtió a los homosexuales en los chivos expiatorios. Se puede ver un ejemplo de esta opinión en el cuerpo legal castellano de las Siete Partidas de Alfonso X, el Sabio, que además de condenar a muerte las prácticas homosexuales afirma lo siguiente:
"Et de aquella villa Sodoma en que Dios mostró aquella maravilla, tomó nombre este pecado, á que dicen sodomítico: et débese guardar todo home deste yerro, porque nascen dél muchos males, et denuesta e enfama á sí mismo et al que lo face con él; ca por tales yerros como este envia nuestro señor Dios sobre la tierra do lo facen fambre, et pestilencia, et terremotos et otros males muchos que non los podrie home contar" -->Partida 7. Título XXI «De los que facen pecado de luxuria contra natura».
Las prácticas homosexuales se ejercían en la clandestinidad incluso en el seno de las iglesias, como informa el Liber Gomorrhianus, y no eran infrecuentes en las comunidades monásticas tanto masculinas como femeninas.
El papa Gregorio IX siguiendo las recomendaciones del tercer concilio de Letrán de 1179, pone fin a cualquier tolerancia dentro y fuera de las órdenes religiosas, emitiendo un decreto que establecía que los monjes sodomitas serían expulsados y los seglares excomulgados.
En 1184 se fundó la Inquisición medieval, principalmente para perseguir a herejes como los cátaros. Pero además de acusarles de cargos de herejía o satanismo era corriente acusarles de prácticas sexuales desviadas. Y pronto se convirtió en un instrumento para perseguir la brujería y la sodomía. Desde entonces los homosexuales serán perseguidos, torturados y condenados a muerte durante el resto de la Edad Media, y posteriormente, en todo el occidente cristiano.
Este clima de intransigencia hace que los homosexuales se escondan, y por ello es muy difícil encontrar personajes históricos homosexuales, salvo los que aparecen en los registros de procesos y ejecuciones por sodomía, además acusar de homosexual era una forma frecuente de calumniar, como fue el caso del juicio de Francia contra los Templarios, que al ser una orden militar sumamente rica el rey, Felipe IV de Francia, ansiaba esas riquezas, y amparandose en la Ley, que decía que si alguien era acusado y ajusticiado por sodomía, el rey se quedaba con sus riquezas y posesiones, les acusó a todos de sodomitas, les quemó y se quedó con todo.
Pese a todo se encuentran algunos ejemplos como Ricardo I de Inglaterra (1157-1199), del que varias fuentes apuntan su homosexual, aunque ello sigue siendo objeto de debate para algunos historiadores.
Santos Baco y Sergio, tempera y oro sobre madera s. XIII
PERO por otra parte, tenemos al historiador John Boswell de la Universidad de Yale. Toda una eminencia que aboga, amparándose en unas fuentes escritas en griego, en que en la Alta Edad Media, la homosexualidad no sólo estaba bien vista o permitida, sino que además existían una escpecie de contratos, a modo de pacto matrimonial, llamados "unión de hermandad" o "bodas de semejanza"
Según Boswell, la homosexualidad en la época altomedieval no estaba mal vista, ni los homosexuales estaban perseguidos, sino que incluso podían disfrutar de los privilegios como cualquier otro ciudadano o personaje de alcurnia de la época. Lo que se llamaba popularmente “bodas de semejanza” (la Adephopoiesis), fue una manera de permitir y legalizar la situación privada de personas del mismo género, de quienes se sabía que vivían unidas afectivamente. Eso sí, la iglesia ortodoxa obviaba que hubiese entre ellos relación sexual, y les admitía como “unión de hermandad”, considerándose oficialmente que era un vínculo puramente platónico o de fuerte amistad, y de ahí la comparación con “hermanos”. Pero, de ese modo, las parejas de homosexuales fueron siendo reconocidas y admitidas en todas las clases sociales de la época.
Para esa recopilación de datos que construyó la sorprendente teoría, el historiador recorrió las principales bibliotecas de Europa, incluida la del Vaticano, encontrando en ellas numerosos manuscritos que hablaban y definían esas curiosas uniones homosexuales, acalladas y obviadas por la iglesia cristiana tradicional durante siglos. Descubrió varios listados de esas uniones, con nombres y apellidos, además de confirmar que, por ejemplo, en el Reino Unido se encuentran cementerios con muchas tumbas de la época, en las que figuran los nombres de los contrayentes del mismo sexo y frases de amor eterno, que demuestran que la homosexualidad no era nada extraño, ocultado, ni inusual para las gentes de entonces.
Un gran paso que se vió truncado como siempre por la brutal intolerancia de la Iglesia, que a partir de los siglos XII-XIII comenzó a perseguir e instar a los monarcas a quemar herejes y homosexuales.
Si queréis más info pinchad aquí o aquí, son páginas de una web IslaTernura.com que tiene unos artículos fabulosos, muy completos y bien documentados sobre este tema. (Sept 2014, aunque ahora parece ser que ya no existe la página)
Espero que os haya gustado ;)