Ya con el simple hecho de poder aparecer en esta foto es motivo de orgullo y privilegio. Y es que lo que se ha podido vivir en esta conmemoración del 16º aniversario de la Peña Sevillista de Huévar ha sido especial y emotivo.
Vaya mi felicitación a los miembros de esta Peña por la organización de este evento y mi agradecimiento por dejarme, con su invitación, formar parte del mismo.
Cada minuto que se prolongó esta charla-coloquio el gozo iba en aumento y es que el cartel de invitados no era para menos. Juntar en una mesa el pasado, presente y, seguro que, futuro es todo un lujo y un extraordinario atractivo para todo aquel que se pudo dar cita en esta sede.
Escuchar desde muy cerquita una leyenda viva como Manolo Cardo; una institución, con sus más de 50 años de pertenencia al club, como Pablo Blanco; a mi gran amigo y reconocido entrenador Juan Carlos Osorno; al emergente y buen amigo también Agu; y nuestra gran promesa Pozo, a mi no me quedaba más que abrir bien los oídos y empaparme de todo lo que significan cada uno de ellos.
Sentí un gran cariño de todos, no sólo por las palabras que dedicó hacia mí su presidente Fco. Jesús Ramírez Gil (curioso, aun le recuerdo de benjamín en mis primeros pinitos como entrenador) sino por el aplauso que se me dirigía cuando me dieron la palabra para intervenir, ese calor se siente.
Fueron casi 4 temporadas las que pertenecí al club y quién sabe si en el futuro habrá nuevas oportunidades, lo que sí es que tengo un gran recuerdo y especial cariño de todo lo que pude vivir como por cuantas personas tengo aprecio. Si aquella etapa sirve como aval para recibir invitaciones de este tipo, sin duda, soy un auténtico privilegiado. Gracias a todos.