Revista Psicología
Desde la Psicología Sistémica se entiende a la familia como un sistema conformado por todos sus miembros que opera con características propias. A su vez este sistema es un subsistema de otros más amplios (familia ampliada, sociedad, etc.) En relación a la familia esta perspectiva de análisis es muy interesante. Se puede considerar al miembro del subsistema que presenta el síntoma como el paciente indicado donde muchas veces estos están al servicio de mantener la homeostasis o equilibrio familiar y la sintomatología cumple esa función sosteniendo el conflicto sin ser consciente el papel. Muchas veces las soluciones que se llevan a la acción tienen el efecto contrario al buscado. Cuando el profesional de la salud interviene y actúa dentro de ese sistema afectará a la totalidad de sus miembros de un modo particular aunque el efecto en cada uno de ellos será diferente, dependiendo del rol que ocupa, de las características personales y de las alianzas que se establecen entre ellos. En la consulta poder contar de forma presencial con todos los miembros permite al profesional de la psicología tener un acceso más amplio de la información, las distintas perspectivas y la valoración de la problemática y el mensaje. En muchas ocasiones la familia puede demorar la consulta innecesariamente, por desconocimiento o minimizando la valoración del problema, suponiendo que siempre el tiempo resolverá el conflicto que les acusa por sí mismo. Sin embargo la experiencia demuestra que obviamente dependiendo del tipo de situaciones y características en muchas ocasiones el tiempo podría agravar la sintomatología que con una intervención eficaz en el momento inicial o temprano podría ahorrar costos afectivos y emocionales con mejores resultados a corto plazo. La psicología tiene un gran servicio que cumplir en el área de la orientación y prevención y no exclusivamente en intervención cuando el problema ya está instalado y allí es crucial actuar en el área de la psicología clínica. Un profesional experimentado en el modelo sistémico actuará de manera eficaz colaborando con herramientas apropiadas. El cambio familiar en las reglas que rigen el sistema invitará hacia el logro de un equilibrio más saludable favoreciendo un modo comunicacional más asertivo. Que cada uno de los miembros conozca lo que piensan los demás, lo que sienten es un aspecto muy apropiado y beneficioso en el resultado. El profesional interviniente en su rol de tercero objetivo y conocedor de las dinámicas familiares puede contribuir con su actuación a la resolución de la problemática en un tiempo menor, además de ayudar al crecimiento personal y familiar de todos los miembros del sistema en la experiencia terapéutica.