Revista Salud y Bienestar
Hablar
de sexualidad con jóvenes que tengan alguna discapacidad física o mental es
sumamente importante, estas son personas que poseen todos los componentes necesarios
para su desarrollo pleno en la sociedad y por mala informacion los califican de seres
asexuados o infantiles. Si la educación sexual se hace de una manera inadecuada
o se omite podríamos originar conductas de riesgo tales como la violencia, el
abuso sexual o la depresión. Al educar en sexualidad se debe utilizar un
lenguaje claro que favorezca la comunicación, de manera tal que los temas sean
tratados con naturalidad, construyendo espacios agradables para que tanto los
padres, madres, hermanos, profesionales y las personas con discapacidad
puedan sentirse a gusto, respetados y valorados en este proceso. Se le debe
enseñar todo lo referente al área de la sexualidad de manera controlada, porque
la facilidad con la que adquieren la información es muy rápida y una mala
interpretación de la misma podría ponerlos en riesgo al igual que un niño
sin condiciones especiales. Entre los aspectos importantes a dar a conocer se
encuentran: Reconocimiento de las partes de su cuerpo, utilizando el
nombre correcto de cada una de esas partes. -Comprensión de la diferencia entre
hombres y mujeres -Comprensión y expresión de sus cambios emocionales -Comprensión
e importancia de la higiene personal –Autoestima –Autocontrol -Derechos de sí
mismo y de los demás -Nacimiento de un bebé -Abuso físico y sexual -Infecciones
de transmisión sexual y Afectividad. Los niños y adolescentes con
discapacidad tienen las mismas inquietudes y preguntas sobre la sexualidad que
cualquier otro niño, lo que varía es el momento y forma de aparición de esa
inquietud, por lo que toda información que se les pueda brindar es importante
para que vivan su sexualidad a plenitud, recuerden que lo que no se orienta
adecuadamente otro podría hacerlo al contrario.