La orientación sexual se determina en el útero materno por factores genéticos y también por interacciones hormonales con las células del cerebro en desarrollo.
Por ello, se puede afirmar que la base de la homosexualidad está en el cerebro, por lo que es difícil o imposible cambiar la orientación sexual después del nacimiento. Si eres hombre o mujer está escrito en el cerebro desde que nacemos. Hay cosas que están programadas en el cerebro en el momento de nacer y que no se pueden cambiar después.
Esta es la opinión de Dick Swark. Neurólogo. De su libro” Somos nuestro cerebro”. Según otros, la afectividad desviada no sería más que un aspecto de una personalidad inmadura. De ahí, la terapia de reorientación sexual, practicada a pacientes que quieren cambiar su orientación. Y algunos lo consiguen.