Revista Infancia

Orientaciones a padres para estimular la comunicación de un niño con trastorno del espectro autista

Por Cristina77
Orientaciones a padres para estimular la comunicación de un niño con trastorno del espectro autista
Los niños con autismo tienen limitaciones para interactuar con otras personas, no aceptan, ni comprenden el contacto físico, no mantienen la atención conjunta y apenas realizan intentos comunicativos; estas manifestaciones influyen en su aprendizaje, en su desarrollo psíquico y causan preocupación e insatisfacción en la familia. Esto evidencia la necesidad de brindar orientación a padres y cuidadores, dirigida a potenciar el desarrollo de la comunicación y la calidad de vida de estos niños. Para el alcance de este objetivo se proponen orientaciones basadas en diferentes metodologías de intervención.
Es esencial que toda intervención de aprendizaje en personas con trastorno del espectro autista (TEA) contemple la formación de competencias interactivas y comunicativas. El hecho está en la forma cómo se hace, que a su vez depende de la concepción científica que sirve de fundamento a dichas prácticas.
En la actualidad prevalecen terapias de naturaleza conductista que tienen resultados positivos, pero que pueden someterse a evaluaciones éticas. Si precisamente las deficiencias del desarrollo en estos individuos los lleva a un aislamiento no intencional debido a la falta de habilidad para interactuar con los demás por qué imponer, desde fuera, actividades en extremo estructuradas para la interacción y comunicación social. ¿Cómo resolver el conflicto de incorporarlos al mundo, a una realidad de constante interacción, cuando esto es lo que no prefieren? ¿Cómo llevarlos a una realidad cambiante donde la creatividad se impone como cualidad para transformar la vida? si la forma de entender el mundo para ellos es la regularidad, lo repetitivo lo cual le brinda seguridad y los hace menos vulnerables.
Desde nuestro punto de vista, las alternativas de intervención desde un enfoque humanista, que se basan en el principio de la no directividad en las terapias, conociendo las preferencias de estas personas para utilizarlas como estímulo en la interacción social y hasta las obsesiones y rituales como medio para propiciar contactos visuales, atención conjunta e intentos comunicativos brindan la posibilidad de humanizar las prácticas de intervención y aplicarlas bajo los principios de la escuela histórico cultural …´´ El defecto no es solo debilidad, sino también fuerza. En esta verdad psicológica se encuentra el alfa y el omega de la educación social de los niños con defectos.´´ (Vigotsky, 1989:33). En este sentido se proponen orientaciones como una alternativa, basadas en diferentes metodologías de intervención.
Orientaciones
-Para lograr cambios favorables en la comunicación del niño y en la comprensión del medio que lo rodea, lo fundamental es que él se interese en la actividad que le proponemos, es decir, lograr la atención conjunta. Para ello, descubre los objetos que le interesan y le atraen para utilizarlos en el proceso de enseñanza, ¿cómo hacerlo?, pregúntale al niño ¿qué es?, en caso que sea el nombre equivocado, asígnale el correcto, explícale cuál es su uso. Muéstrale objetos que estén relacionados con el preferido por el niño, por ejemplo: si es un juguete, pedirle buscar juguetes parecidos, hacer oraciones o darle órdenes con estos. Estas enseñanzas deben ser sistemáticas, pero en cortos períodos de tiempo, si es posible a la misma hora, lugar y por la misma persona. Es conveniente nombrar los objetos de la misma forma y sin diminutivos.
-Enséñale al niño vías alternativas de comunicación. Esto lo puedes lograr a través de la imitación, ¿cómo hacerlo? imitar sonidos de animales y que él los repita, mostrarle una lámina donde se encuentre el animal; luego decirle el nombre del animal. Enseñarle una lámina donde se encuentren otros animales, señalarle el que se imita anteriormente y pedirle que lo haga él, después.
-Enseñarle un saludo para cuando llegue a casa una persona. Cuando esto suceda, hazlo tú primero y luego pídele que lo haga hablando. No es necesario que el saludo sea con lenguaje verbal, puedes utilizar el gestual o mímicas.
-Elabora láminas con recortes de dibujos de utensilios para comer, bañarse, vestirse o algún tipo de alimento. Pégalas en un lugar donde él pueda verlas para que señale lo que desea. Luego dile: ¿qué es? y denomina los objetos, tú mismo. Esta actividad puedes hacerla con objetos en forma natural. Puedes además esconderle el objeto preferido en un lugar donde él lo vea pero que no pueda alcanzarlo fácilmente. Incítalo para que lo busque, pero no se lo entregues hasta que lo pida llamándolo por su nombre o por lo menos señalándolo. Nómbrale el objeto.
-Redúcele un alimento que le guste o un tiempo de juego para que él lo pida, ya que toda necesidad provoca un comportamiento para satisfacerla. Aprovecha los pedidos del niño en los horarios para enseñarle las palabras, por ejemplo: en el horario de la comida (carne, arroz) o de aseo (jabón, agua). Integra al niño socialmente, no lo aísles, eso le afecta. Aprovecha el ¨sí¨ y el ¨no¨, aunque sea de manera gestual. Hazle preguntas que las respuestas sean necesariamente contestadas por uno de estos monosílabos.
-Cántale canciones infantiles o ponle música en el radio, televisor o video. Utiliza cambios en el tono de voz cuando quieras enfatizar algo, así llamarás su atención. Háblale cara a cara, intenta que te mire a los ojos. Léele con frecuencia, busca libros que tengan láminas y que la narración sea breve. Repite sus vocalizaciones. Al darle un objeto, denomínalo por su nombre. Acompaña el mensaje que le quieras transmitir o preguntar con gestos mímicos para que le sea más comprensible. Enséñale fotos, láminas donde se esté realizando una actividad, es decir, intenta que él lo imite, si no lo logra, hazlo tú.
Este es nuestro punto de vista y el suyo ¿Cuál es?
Fuente:Desafiando al autismo

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