Origen

Desde que comenzó a permitirse y debatirse el problema de las descargas ilegales de productos culturales y, entre ellos, de películas, pensé que la solución estaba en la calidad. Si ofreces un buen producto, tienes bastantes posibilidades de atraer a los espectadores al cine, gracias al boca a boca, o a las tiendas de venta de dvd, puesto que quizás tras ver el largometraje en mala calidad en la pantalla de un ordenador decidan que merece ser comprado. Para muestra un botón que combina ambas posibilidades. Hace un mes me recomendaron Origen, me dijeron que era una película diferente, entretenida y con un buen guión. En realidad el comentario me había llegado ya de varias fuentes, así que me dirigí hacia una tienda de dvd a adquirirla. Resulta que estaba agotada no sólo allí, sino en todas las tiendas de la isla y tardó en llegar mi unidad solicitada nada menos que tres semanas, por la lista de espera que me precedía. Así que resulta que vender cultura es posible. Ponle un buen precio, elabora un producto de calidad y tendrás clientes. ¿No es acaso la filosofía empresarial de la mayoría de productos que, por cierto, también se copian y venden de forma ilegal?

En cuanto a Origen es una buena película, aunque para gustos colores. Combina acción con un argumento donde el sueño, las ideas, los sentimientos de apego y la culpabilidad son los protagonistas. Lo de los personajes casi da igual, son secundarios y poco profundos pues, lo importante, es la mente humana.