Revista Sociedad

Origen (Inception). Sueño roto

Por Mourisimo

La verdad es que tenía ganas de ver esta nueva película del director de Memento (recomendadísima) y el Caballero Oscuro, Christopher Nolan, de la que todo el mundo hablaba maravillas.

El germen de Origen valga la redundancia, no está nada mal, se tratar de jugar con la mente de un sujeto para tratar de infiltrar en su mente una idea que él, nunca se hubiese atrevido a tener.

El meollo de la cuestión es que no hay un poder más grande que el de las propias ideas y que una vez una se instala en la mente, es peor que el virus más potente.

En mi opinión Nolan tira buenas ideas a la basura, doy mis razones:

• No soy tontito para que me tengas que explicar TODO, insistiendo una y otra vez, hasta la náusea. ¡Que hablen las imágenes copón! ¡que no es un libro!. Es un defecto típicamente americano, cómo cuando hicieron el remake de abre los ojos (“Vanilla Sky” me parece), que era igual, corrijo, mucho peor y te ahorrabas tener que pensar, ya te decían ellos lo que pasaba y lo que no.

• Los personajes carecen de profundidad, en 2 hora y media de metraje el único que está medianamente desarrollado es Dom Coob (Leonardo DiCaprio), del resto no sabemos absolutamente nada, resultado: se hace casi imposible implicarse con alguno de ellos. Nadie duda de que Michael Caine sea un gran actor, pero, literalmente, no tiene papel que interpretar.

Origen (Inception). Sueño roto

Parte del reparto del filme

El equipo que ayudará a Coob en su tarea, se nos presenta al estilo: “Hola soy el señor X y soy el mejor del mundo haciendo tal cosa”, aquí se acaba su aportación. Otros, como la novata que reclutan en París, son un mero recurso narrativo, para explorar la mente del protagonista.

• No puedes pretender que la hora larga que dura la resolución de la película sea un clímax permanente, una ensalada de tiros, apoyada por una música machacona, definitivamente el “cine tántrico” no funciona y el efecto que consigue crear al principio se diluye con el paso del tiempo.

Podría seguir, pero no cometeré el error de no recomendarla, vista la fauna que campa a sus anchas por la cartelera, residents evils y demás engendros.

Hay que valorar el esfuerzo que hace Nolan por innovar, con unos efectos especiales impresionantes, eso sí (véase la ciudad que se repliega sobre si misma), con ideas frescas y originales, además, DiCaprio está muy bien, parece una prolongación de su último papel a las órdenes de Scorsese “Shutter Island” si os fijais. Entretiene y en absoluto es tirar el dinero de la entrada.

Quizás acudía a verla con el recuerdo de Memento en la retina y con unas expectativas muy altas. Le daré una segunda oportunidad.

Una última cosa y esta ya es una fobia muy personal: “no más cámaras superlentas en las películas ¡por favor!”, me da la sensación de estar viendo un videoclip. Ya hay bastantes explosiones, tiros y demás, para que encima nos muestren cómo cada esquirla de atrezzo destrozado vuela por los aires.

En algunos momentos sí que está justificado este recurso (escena de la furgoneta cayendo al agua, para expresar las 2 velocidades en los distintos planos de la mente del individuo), pero en otros, en absoluto, interrumpe, hace la narración tediosa y un simple espectáculo visual.

Después de esto, seguidores de Nolan, caballeros oscuros y demás, cerníos sobre mi.


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