Y como de un cuento se tratase, las ferias comenzaron en tiempos de la Edad Media cuando los mercaderes se ponían de acuerdo en acudir a diferentes puntos estratégicos de Europa para vender sus productos a un continente donde la gran mayoría de gente se dedicaba al sector agrícola.
Tan grandes e importantes eran esas reuniones que se alargaban días y ante tanto público existente, a algunos visionarios se les ocurrió negocios para entretenerlos y a su vez llenarse los bolsillos.
Y así, entre los siglos XIII y XIV, nacieron las ferias que hoy conocemos y podemos decir que con ellas el circo porque había sesiones acrobáticas, mágicas, frikis y malabarismos dedicados a entretener y crear juegos donde la gente probaba suerte y se dejaban los cuartos o se divertían jugando a algo.
De las ferias donde nacieron pasaron a reunirse en los llamados parques de atracciones, siendo el primero Bakken (La colina), situado al norte de Copenhague (Dinamarca) en el año 1583.
Obviamente nada tiene que ver con las diferentes máquinas que nos llaman la atención hoy en día y en las que se divierten los chavales, cada una de ellas con su historia, que aquí también os voy a contar, os aseguro alguna sorpresa, pero sobre todo curiosidades...
Se cree que su origen data del año 200 a.cproveniente del Próximo Oriente, o al menos así lo data la Enciclopedia de la Historia de la Ciencia Árabe.
De hecho la palabra proviene del sirio nā'urā, que significa molino en nuestro idioma y allí se encuentran las norias antiguas más grandes del mundo con 20 metros de altura: Las norias de Hama.
El invento fue creado para sacar el agua de pozos profundos, dándose cuenta que con una rueda sustentada en un eje vertical con peldaños que pudieran contener el agua y una fuerza motriz, podían fácilmente acceder a ella y conseguir muchos litros en poco tiempo.
Al principio la causante de esta fuerza motriz era un animal (un burro, un caballo, un buey...) al que ataban con una cuerda a la rueda y le hacían caminar hacia delante para que ésta se moviese, usando posteriormente la inercia del movimiento de la rueda. Posteriormente se dieron cuenta que no era necesario el animal, pudiendo aprovechar la propia corriente del agua en muchos casos.
La noria de feria fue presentada en la Exposición Universal de Chicago de 1893, construida y patentado por el ingeniero George Washington Ferris. Tenía una altura de 75 metros y estaba inspirada en las de agua, ocurriéndosele la idea que en vez del elemento líquido pudiera usarse con personas que disfrutaran de las vistas de la ciudad donde se encontrasen desde un punto más alto.
Las de hoy en día, son mucho más grandes que la impresionante "Ferris", siendo famosas en muchas ciudades y dándoles grandes beneficios del turismo. La más grande de todas esa la Singapore Flyer y tiene la friolera de 165 metros, cuenta con 28 cápsulas del tamaño de un autobús urbano que permiten cabida a 28 personas, tardando media hora en completar la vuelta entera sin que los ocupantes noten un mínimo de vibración o movimiento, a menos que miren por las ventanas y puedes montar en ella por 13,7 € ó 33 € si eliges el pack completo que incluye cócteles y entrada rápida sin tener que hacer cola.
El primer carrusel conocido pertenece al Imperio Bizantino allá por el año 500 y constaba de un poste vertical donde había suspendidas varias cestas en las que hombres a caballo intentaban ensartar dando vueltas alrededor del palo.
Era un mecanismo de entrenamiento para la caballería, generalmente de él colgaban muñecos hechos con sacos rellenos que giraban alrededor de un eje mientras los soldados a caballo intentaban acertarlos con las lanzas, mejorando con ello la puntería y asimilando los conceptos de luchar encima del caballo en las batallas.
Durante las cruzadas, los militares cristianos descubrieron el método y lo trajeron a Europa para practicardentro de los castillos exclusivamente para los jinetes militares y llamándolo en italiano garosello y carosella en español cuyo significado es "pequeña batalla", derivando de esos términos la palabra carrusel
La caballería turca y árabe, allá por el 1680, evolucionaron el invento colocandocaballos de maderaintercalados entre anillas a diferentes alturas y haciendo girar el mecanismo con la ayuda de algún animal. Los jinetes debían esquivar con sus lanzas a los caballos de madera y a su vez conseguir ensartar las diferentes anillas en su lanza.
Con el paso de los siglos, la realeza francesa hizo de éste un elemento lúdico, creando los carruseles de caballitos de hoy en día donde los nobles sentados en ellos interpretaban las batallas arrojándose pequeñas bolas de yeso perfumadas que lanzaban a sus oponentes mientras no paraban de dar vueltas.
Eran verdaderas obras de orfebrería entalladas en madera y con todo el lujo de detalles para sorprender visualmente a la nobleza.
El más conocido de ellos, no alcanzó a saber si fue el primero, se implementó en Paris en el Siglo XVII en lo que hoy se conoce como Place du Carrousel, quedando la rotonda donde estaba asentada el mismo y donde hoy luce vegetación, se encuentra en el extremo abierto del patio del Louvre.
Si bien es un juego derivado de la lotería, teniendo esta un origen ancestral más allá de la época de los romanos,nos vamos a dedicar a hablar del origen de la tómbola como tal.
Este juego nace en Nápoles en el siglo XVII como una opción casera al juego de la lotería, aportando cada jugador un objeto como premio y llevándose el ganador el de todos. No había dinero en juego y generalmente era un tipo de diversión entre familiares y amigos probando la suerte de cada uno y valiendo más el momento que los premios.
En la tradición se va dando diferentes nombres a los números con los cuales los conocemos hoy en día cuando participamos en algún juego de azar.
Existe una leyenda de cuando la tómbola llegó a España, durante el reinado de Carlos II. Su majestad y el cura Gregorio María Rocco tuvieron unas desavenencias con la lotería, que para el órgano eclesiástico representaba un juego inmoral que quebrantaba la ética de las personas y se oponía rotundamente a que se celebrase en unas fiestas tan importantes como la navidad.
Aunque Carlos II no lo veía bien, tuvo que ordenar el cambio de fecha en los sorteos de lotería y poner un castigo a todo aquel que jugase a la misma en esas fechas, se podía jugar a la lotería la mayor parte del año, excepto en navidad y fiestas eclesiásticas.
La población enfadada con esta decisión empezaron a jugar en sus casas al popular juego napolitano, con el fin de no perder las costumbres y desafiando de esta manera la decisión del clero y al rey.
Me pregunto si esta anécdota deriva a que actualmente la lotería más popular en España sea la de Navidad y la del niño y que sea recurrente jugar en estas fechas al bingo con los familiares... ¡Ahí lo dejo!.
Los feriantes adoptaron este juego poniendo premios que dan al ojo a las personas que se acercan al puesto, aunque obviamente, por mucho que regalen, siempre ganan, asegurándose que el premio sea de un montante bastante menor a los cupones vendidos o siendo una ínfima parte las papeletas que contienen premio con respecto a las que no contienen nada.
Podemos hablar de dos orígenes diferentes: El primero el que da nombre a esta atracción y el segundo el de la atracción en sí, que puede parecer lo mismo, pero no es igual.
El origen del nombre de esta atracción proviene de una tradición rusa comenzada en el reinado Catalina la grande ( siglo XVII) creando espectaculares toboganes de madera de más de 30 metros apuntalados con el hielo y la nieve de las bajas temperaturasde San Petersburgo que la gente usaba para lanzarse en sus trineos. Para que nos hagamos una idea, lo que sería el origen del bobsleigh y que irónicamente ellos conocen como
Американские горки (Amyerikánskiye gorki= "Montaña Americana").
Por otro lado, las líneas ferroviarias estadounidenses en 1880 empezaron a crear prototipos de trenes por gravedad con vías que se despegaban del suelo y oscilaban con cambios bruscos de dirección laterales y de rasante jugando con la velocidad y la inercia gravitatoria, con el fin de ganar dinero los fines de semana que era cuando menos gente usaba el tren.
El 20 de enero de 1885,
LaMarcus Adna Thompson patentó la primera montaña rusa, añadiendo por primera vez en ella el looping (la vuelta completa).
En 1912, John Miller perfeccionó el invento gracias a la fricción interior, lo que permitía controlar las velocidades y frenar según convenía, dejando de ser simplemente una atracción "in crescendo" y jugando con la sensación de la reacción humana al no saber qué va a suceder y de qué modo va a ocurrir.
La gran depresión de finales de los años 20, hizo que la mayoría de las ferias cerrarán porque era un ocio que los ciudadanos no se podían permitir y las montañas rusas cayeron mayormente en el olvido hasta que en 1972 se empezaron a diseñar a lo largo de todo Estados Unidos habiendo competiciones de cuál era la mejor, sin olvidarnos que durante todo ese tiempo se había inaugurado Disneyland que contaba con sus propias montañas rusas desde 1959, siendo prácticamente la excepción que confirmaba la regla y pionera en que todos los parques temáticos tengan la suyas como principal atracción.
El origen de esta atracción reside en Texas, creándose como entrenamiento a la monta de toros en los rodeos.
Al inicio no tenía nada de mecánico, se trataba de un barril atado a una viga del techo y sustentado de varias poleas que controlaban diferentes personas.
El cowboy que quería entrenarse para las competiciones, se subía en dicho barril y las personas iban tirando sin un patrón concertado de las diferentes cuerdas sujetas a las poleas, unas subían el barril, otras lo bajaban y otras le hacía girar hacia un lado o el otro.
No fue hasta 1930 donde un parque de atracciones lo presentó como un juego más, siendo ya hidráulico y moviéndose de diferentes formas según se controlase desde un cuadro de mandos.
En los años 80 el cine los catapultó a la fama y se empezaron a implementar en todo el mundo, siendo un juego habitual en las ferias, bares o diferentes lugares de atracciones.
El peso del mismo suele rondar los 125 kilos, que unido a los movimientos bruscos provocados por su sistema hidráulico y la potencia del motor hace que cualquier persona que esté sobre él no pueda contrarrestar la fuerza ejercida por la máquina y es por ello que cuanto más velocidad y giros allá, más fácil que el individuo que lo monta salga volando o cayendo de forma brusca. No es casualidad los metros de colchoneta que rodean este artilugio...
Con un origen por determinar, la patente se la otorgaron en Massachusetts a
los hermanos Stoehrer (Max y Harold), pero dicen que el inventor de estos peculiares coches fue Víctor Levand, un trabajador de la General Electric a principios del S.XX.
Sea como fuere, los que más se aprovecharon del invento fueron los Stoehrer, creando la "Compañía de Choque" y sacando a la venta su primer prototipo en 1920.
Su idea era diferente a la que tenemos hoy en día, fueron usados para aprender educación vial y manejar con seguridad el automóvil, es por ello que el nombre de la compañía no estaba en sintonía con su uso y los vehículos estaban hechos de hojalata que podía abollarse con una simple patada o haciendo fuerza con la mano.
De hecho se les ocurrió la idea tras ver a un joven en un Ford destartalado intentar llegar a su casa esquivando los demás vehículos por miedo a que otro golpe le dejara a medio camino.
La gente más que quererse chocar contra otro, rezaban por evitarlo para no salir magullados, porque era normal acabar con cortes o dolores musculares tras montar en uno de ellos y colisionar, en vez de divertido, era un auténtico suplicio...
Es por ello que empezaron a salir compañías haciéndoles la competencia y los Stoehrer se vieron obligados a mejorar, primero con la creación de movimiento mediante la electricidad y añadiendo gomas alrededor del coche para que los daños en las colisiones fueran los mínimos y las personas que iban dentro saliesen ilesas.
El sistema de electricidad es mucho más sencillo de lo que se piensa, por un lado hay un sistema de corriente eléctrica por debajo del suelo y por otro está la malla de metal del techo que está en contacto con el palo vertical del coche y transmite la electricidad a los cepillos que hay debajo de los coches, que interactúa con la que recibe del suelo permitiendo la energía necesaria para que el vehículo pueda moverse.
Está basado en la Tercera Ley del movimiento de Newton, también conocida como el principio de acción-reacción:
"Para cada acción existe una reacción igual y opuesta"
La historia de las camas elásticas tiene para hacer su propia película de cine. Fueron creadas en 1930 por
George Nissen, un aficionado gimnasta y nadador tras fijarse en la red de los funambulistas del circo.
Si estos perdían el equilibrio, caían en la red y en la mayoría de los casos acababa su show porque el tiempo de cada actuación en el circo era limitado, acorde con las funciones diarias que debía hacer. A Nissen se le ocurrió que si en vez esa red, hubiera algo que ejerciese de muelle y permitiese a los acróbatas en el rebote volver al punto de partida antes de la caída, mejoraría la actuación tanto para el público como para el frustrado trabajador circense.
Así creó las camas elásticas y en 1934 patentaron el primer "aparato para saltar, compuesto por una lona elástica y unos muelles. Posteriormente al ser un buen gimnasta y queriendo sorprender al mundo con su invento se embarcó con otros dos amigos a realizar un tour internacional acróbata llamado "Los tres Leonardos". Fue en esa gira, por tierras de habla hispana donde escuchó que su aparato parecía un trampolín y registró su nombre con ese invento. Es por ello que al buscar esta palabra en el diccionario la primera acepción que sale es la cama elástica y tenemos que esperar a llegar a la tercera para lo que todos conocemos como un trampolín, palabra derivada del latín y a su vez del germánico y cuyo significado es
"pisa fuerte".
Tras la gira creó una empresa junto a su entrenador llamada Nissen and Griswold para vender su invento, pero solo logro que diez personas lo compraran el primer año, haciendo que su padre se cabrease con él y pidiéndole que se pusiera a trabajar, pero... estalló la Segunda Guerra Mundial y el ejército americano le compró muchísimas porque servían para el adiestramiento de la armada en ejercicios de orientación a la saltar sobre ellas y girar.
De esa forma llegó a conocerse el invento en Rusia, siendo uno de los mayores importadores de la compañía de Nissen.
Así llegó la empresa viva hasta 1971, donde consiguieron reglamentarlo dentro del deporte y con ello ganarse más dividendos. Al ver a los deportistas saltar en esas camas y dar volteretas y diferentes piruetas, los feriantes vieron una oportunidad para que los pequeños se divirtiesen saltando.
Ambas atracciones comparten creador
Lee Everly (1892-1963), un manitas de la mecánica que desde temprana edad ayudaba a la economía familiar arreglando los aparatos agrícolas de sus vecinos y la gente del pueblo y que con 20 años había construido un avión en el establo de sus padres que no pudo volar al no tener dinero suficiente para comprarle un motor.
Con el paso del tiempo estuvo trabajando como ingeniero mecánico en el sector aéreo, en el de tierra y en el marítimo, hasta que tuvo dinero para comprarse su primer avión y abrir una escuela de aviación y tener la primera estación de servicio para estos vehículos en la costa oeste.
Para poder financiarse los aviones, que construía él con mejoras para que consumiesen menos gasolina, también se dedicó a inventar y a patentar diferentes artilugios mecánicos como el Loop-O-Plane en 1938 (dos cabinas de aviones unidas a un eje vertical que te hacían dar una vuelta completa), el Rock-O-Plane (una noria con capsulas parecidas a las que existen en las ciudades) o el
Roll-O- Plane (una variante del anterior y que adía de hoy conocemos como martillo) ambas en 1948.
Pero el artilugio que mayor aceptación tuvo fue el denominado
Octopus, un eje vertical con 8 brazos que acaba en sillas para que se siente la gente y van subiendo y bajando gracias un eje hidráulico mientras va dando vueltas, lo que hoy conocemos como Saltamontes, pero pasó por ser un pulpo, una araña o monstruos de varias patas o tentáculos, del cual vendió más de 400 máquinas, pasando ser la fuente de ingresos por delante de su escuela aeronáutica que se mantenía gracias a las ferias.
En 1986 la empresa argentina
"Monster & Monster" (actualmente MPE Consultings) crea un espectáculo basado en los principales personajes de terror haciendo que el miedo recorra al espectador en primera persona.
La atracción llamada
"El torreón del monje", era una especie de laberinto que las personas debían recorrer a oscuras, con una ambientación tétrica y con diversos actores caracterizados como monstruos, siendo una vivencia demasiado transgresora para aquella época y solo apta para mayores de edad.
Viendo el éxito obtenido deciden vender el espectáculo en diferentes lugares de Centroamérica y Sudamérica, además de España, estrenándose en Bilbao en 1988.
Tras el de Bilbao se abrieron diferentes pasajes del terror en España, siendo el más reconocido el del parque de atracciones de Madrid inaugurado al año siguiente y que sigue estando en la actualidad y el de Barcelona situado en el Tibidabo.
Ya en los 90 llega su expansión internacional, abriéndose lugares de este tipo en Londres, Roma, Lisboa y Tokio, llegando a Estados Unidos en 1991, donde la localidad de Orlando estrena
"Terror on church street".
A partir de entonces poco a poco se van introduciendo en las ferias y en los parques temáticos, que incluyen movimientos giratorios de salas, animaciones 3d y diferentes inventos y temáticas que han hecho evolucionar el espectáculo.
También ha servido para darles un nuevo uso a casas, hospitales o localizaciones abandonadas que han sido reutilizadas para darles este uso, al igual que en diferentes parajes y casas rurales ofertan su noche de terror haciendo pasar una velada de miedo a sus habitantes.