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Oro en el alambre (III/III)

Por Illegalreturn
Oro en el alambre (III/III)
El Draft del 2012 ha finalizado. Alea jacta est. Los equipos han hecho sus elecciones y un total de doscientos cincuenta y tres universitarios ya conocen cuál será su primer equipo en el fútbol profesional. Desde el número uno, Andrew Luck, hasta míster irrelevant, Chandler Harnish, otro quarterback, para cerrar este gran círculo de picks.
Mucho se discute sobre el formato que actualmente define el draft. Para algunos es solo un acto propagandístico, una opereta que se representa en una de las capitales mundiales del teatro, con el claro objetivo de que se siga hablando de la NFL en meses durante los cuales la atención de los aficionados norteamericanos al deporte deberían de estar centrada en otros eventos. Sin negar ninguna de las afirmaciones anteriores, conocido es el acusado sentido del espectáculo que en USA se da a este tipo de actos, la fórmula atractiva en la que se basa despierta en el aficionado un interés por esa turba de nuevas caras, nombres, posiciones y estadísticas. Estamos ante los cinco minutos de gloria para la mayoría de ellos. De las dificultades que comporta todo draft de la NFL nos habla en una serie de artículos que Brian Billick ha publicado en NFL.com, bajo la etiqueta "How to draft a Qb", los artículos "Nobody knows anything", "One and done", "What could have been?", "The Kyle Boller experiencie", "Spread Qb are a pain to evaluate", "What makes a quarterback great?" y "Elite qualities in 2012 class". Todos esos chicos pronto desaparecerán en la inmensidad de la NFL y solo un mínimo número de ellos logrará, a corto o medio plazo, volver a los titulares para certificar que no se equivocaron los que un día confiaron en ellos.
Podría resumirse los artículos previos de esta serie titulada "Oro en el alambre (I) y (II)", en considerar la dificultad que implica apartar el grano de la paja y saber distinguir entre centenares de posibilidades a aquellos que escribirán, aunque solo sea una breve nota, la historia de la National Football League. Hoy corresponde echar un vistazo a lo sucedido. No me dedicaré al análisis de ningún pick. Es imposible juzgar hoy si un pick es un robo, un grave error o un riesgo innecesario, si ese jugador ha sido elegido en una ronda demasiado alta o demasiado baja. Os engañará cualquiera que se dedique a juzgar todos estas variables pues, como queda dicho, la valoración justa de un pick depende, única y exclusivamente del rendimiento que el jugador acabe aportando al equipo. En esta labor me gustaría recomendaros los dos artículos publicados en Sports Made in USA, firmados por Axel Andrés y titulados "Érase una vez... draft NFL 2009" (Primera y Segunda parte), en donde, haciendo las cosas como hay que hacerlas, se realiza este ejercicio de comparación, echando la mirada atrás, y equilibrando expectativas con resultados finales.
Oro en el alambre (III/III)
Con todo, es comprensible que la inmediatez de la ilusión sea tan incontenible -o irresistible en los grandes medios de comunicación-, como para pedir que los aficionados valoren ya el nivel de satisfacción que este Draft les proporciona. En NFL son los propios seguidores quienes pueden evaluar cada pick. En la línea "dejemos pasar el tiempo", hoy me limitaré a tomar nota de las conclusiones que durante la mañana del pasado domingo podían leerse. Es un termómetro, quizá no tanto de la realidad del Draft como del estado anímico de cada afición.
Estos días habréis leído multitud de mock drafts. Como dejé escrito, son simples ejercicios de futurología. Hace dos años y en similares fechas escribí un artículo con un título sintomático: "No tenemos ni puñetera idea". Vestimos largas túnicas, miramos nuestras bolas de adivinación y lanzamos nuestros pronósticos. Somos unos inocentes y nos embarcamos en una misión imposible. Como cada año, el desastre de los mock drafts es absoluto.¿Por qué fallan los mock drafts?. Empiezo negando la mayor. Los mock drafts no fallan. Ocurre que un mock draft está condenado al fracaso. Un fracaso que no lo es tanto si consideramos las circunstancias que concurren:
1. Variedad de posiciones. Rosters de más de cincuenta jugadores, una veintena de posiciones sobre el terreno de juego.2. Prioridad En algunos casos resulta fácil establecer las prioridades de un equipo. Aunque no lo hubieran anunciado a los cuatro vientos, no había que ser un lince para saber que Colts o Redskins de este año, o los Panthers de la edición anterior, necesitaban a un quarterback como el comer. Pero esos casos son excepcionales. Así que resulta imposible establecer una clara prioridad y, a lo máximo que se llega es a ofrecer un amplio abanico de posibles posiciones a reforzar.3. Trades. Los trades son auténticas bombas en cualquier draft. Si ya de por sí resulta tremendamente difícil pronosticar un solo pick, deberemos renunciar a cualquier esperanza cuando los trades se anuncian una vez iniciada la ronda. Y el desajuste que sigue a cualquier trade, da al traste con la totalidad de mock drafts. Cuando Fisher (Rams) aceptó un trade hacia abajo, rompió la baraja de cualquier mock draft, así de sencillo.4. Plan cambiante. Cada pick modifica una secuencia. La adaptabilidad de los equipos a lo que va sucediendo en el draft es tal que, en cuestión de segundos, pueden olvidar cualquier prioridad y aplicar el Plan B. Y en ese plan, la escabechina de mock drafts será una víctima más.5. Información incompleta Nadie conoce las interioridades de cada equipo. En ocasiones podemos pensar que determinada posición está sólidamente cubierta y, llegado el draft, descubrir que un equipo tiene entre sus objetivos, por diferentes motivos (disciplina, rendimiento futuro, situaciones personales), introducir cambios en una posición que considerábamos cubierta.6. Efecto Gurú. Algunos analistas son considerados auténticos gurús en el arte del Draft. Así que, publicada su estimación, ésta es tomada como referencia por el resto de autores de mock drafts, una base sobre la que introducir ajustes mínimos en función de nuestros gustos personales. Si el Gurú demuestra estar conectado a la realidad de los War Rooms con el mismo conocimiento que pueda tener en, digamos, la cría del boquerón en la costa ibizenca, el efecto dominó puede acabar con la gran mayoría de mock drafts.
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Oro en el alambre (III/III)
NOTA: 3 puntos por acertar un pick, 1 punto por acertar posición.NOTA: CBS (Pat Kirwan), Primero y Diez (Alberto Mussali), Sports Made in USA (Dani García), NFL Hispano (Urko Calavia)
Así que consideremos de nuevo la selección de mock drafts que figuran en el cuadro anterior. Mi impresión es que si alguien esperaba porcentajes de acierto del 60% o superior, es que no conoce el mundo del Draft. Así que felicito a todos los autores de esos -y otros- mock drafts. Esto no trata de acertar o errar sino, de atraer la atención e interés de todos los aficionados respcto a la gente que va a incorporarse al mundo profesional. Nada más.
¿Cómo debería realizarse un mock dratf que buscara un porcentaje de aciertos?. Aún teniendo en cuenta los puntos 6 puntos citados anteriormente, le aconsejaría tomar un grupo de expertos en NCAA y NFL. Siéntelos alrededor de una mesa durante la primera ronda del draft y encárgueles pronosticar los picks, uno a uno y en función de lo que está sucediendo en el Radio City Hall de New York en tiempo real.
Lanzo un reto a quien quiera aceptarlo. Elaborad un listado con cinco nombres de entre esos chavales recién drafteados. Cinco elegidos de los que creamos que en los próximos tres años van a convertirse en grandes realidades de la liga; jugadores con peso específico dentro de su rol. Quietos. Antes de que os lancéis a escribir "Andrew Luck, Trent Richardson, Justin Blackmon, Matt Kalil..." os pongo únicamente dos condiciones: solo se aceptan picks a partir de la segunda ronda y no se puede repetir una posición. ¿Somos o no somos buscadores de oro?. Ahí va mi selección:
- Alshon Jeffery, WR, Chicago Bears
- Coby Fleener, TE, Indianapolis Colts
- Peter Konz, C, Atlanta Falcons
- Brock Osweiler, QB, Denver Broncos
- LaMichael James, RB, San Francisco 49ers

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