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El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, pidió al Congreso conceder a una empresa constituida hace menos de un año en Hong Kong y con una flamante subsidiaria en Islas Cayman, la exclusividad para construir y administrar hasta por cien años un canal interoceánico.
Este megaproyecto, que podría costar 40.000 millones de dólares según Ortega, está contemplado en una “Ley especial para el desarrollo de infraestructura y transporte nicaragüense atinente al Canal, Zona de libre comercio e infraestructura asociada”, que el presidente envió el miércoles a la Asamblea Nacional, controlada por el oficialismo.
El texto señala que la empresa HK Nicaragua Canal Development Investment CO Limited (HKC) “tendrá el derecho exclusivo de (directa o indirectamente) adquirir y gestionar el diseño, desarrollo, ingeniería, arreglo de la financiación, la construcción, propiedad, posesión, operación, mantenimiento y administración” del planeado canal.
El gobierno de Daniel Ortega aprobó en junio de 2012 una ley que autoriza la construcción de un canal interoceánico. Dos meses después, en agosto de 2012 se creó en Hong Kong –según el registro de empresas de esa región especial– la empresa HKC y un mes después, en septiembre, Managua autorizó a la flamante compañía a gestionar el financiamiento de los estudios de un megaproyecto cuyo costo supera el Producto Interno Bruto de varios países medianos.
Pocas semanas después de este permiso, el 7 de noviembre, HKC creó una subsidiaria en las Islas Cayman que hace dos meses –en abril de 2013– absorbió a la Empresa Desarrolladora de Grandes Infraestructuras (EDGI), una sociedad anónima creada en Nicaragua con el propósito de participar en los trabajos, según los documentos enviados al Congreso.
Ortega pidió al Congreso que la compañía HKC tenga derechos para “un canal tradicional para barcos y un canal seco de ferrocarril para la carga, en cada caso, que unen los puertos de aguas profundas en los litorales del Caribe y el Pacífico de Nicaragua”.
El concesionario podrá, además, administrar una zona de libre comercio y un aeropuerto internacional que se prevé instalar en la zona del canal, entre otras obras.
“Esta es una obra integral que lleva un canal húmedo, un canal seco, un ferrocarril, dos aeropuertos, una zona de libre comercio y un oleoducto para trasegar el petróleo del Caribe al Pacífico”, dijo la noche del miércoles Ortega, tras recibir las cartas credenciales de los embajadores de Brasil, Canadá, Suiza, Arabia Saudita y Kuwait, países a los que invitó a invertir en su proyecto.
El marco jurídico del plan contempla que el Estado nicaraguënse –el más pobre de América después de Haití– tenga el control del 51% de las acciones del proyecto.
Hace un año, al anunciar el plan, Ortega dijo que la posible ruta de la vía interoceánica tendría como punto de partida la localidad costera de Monkey Point, en el litoral del mar Caribe.
Aunque sobre el Caribe hay varias opciones para el inicio del proyecto sobre un frente marítimo de 70 kilómetros, en la costa del Pacífico todas confluyen al sur de la ciudad de Rivas.
Este plan desecha una propuesta inicial de utilizar el curso del río San Juan –en un tramo fronterizo con Costa Rica– desde su desembocadura en el Caribe hasta el gigantesco Lago de Nicaragua, cuya costa occidental está a una veintena de kilómetros del Pacífico.
Nicaragua ha visto planes de construcción de un canal interoceánico desde el siglo XIX.
Los proyectos quedaron congelados luego de que Estados Unidos construyó el canal de Panamá por donde circula el 5% del comercio mundial y que el año pasado registró el cruce promedio de 900.000 toneladas diarias de mercancías.
Ahora que la vía panameña se acerca al centenario de 2014, se apresta a inaugurar una ampliación que permitirá la travesía de los nuevos superbuques capaces de transportar 12.000 contenedores cada uno.