Orugas en los Rosales. Arge rosae

En un día tal como hoy de verano, cae un chaparrón con fuerza y sales a ver que daños han podido producirse en los rosales y ya puestos aprovechas para disfrutar el olor de tierra mojada tan agradable...
Los ojos se van a las rosas, obviamente, pero de forma inconsciente notas que algo no está bien, y entonces te fijas con atención y te das cuenta del destrozo ¡faltan hojas!
Son las "crías" del famoso Arge rosae esa "avispilla" que se queda como suspendida en el aire sin moverse pero con las alas a toda velocidad... si si, esa misma.
y que abriendo en forma de "cremallera" una hendidura en la rama del rosaldisculparme por la foto, hacía mucho viento y sale movida...
introduce sus huevos que al eclosionar aparecen estas vistosas orugitas.

Son voraces, comen las hojas con fruición pero suelen dejar los nervios centrales, digo yo, que serán menos tiernas, el caso es que, así crecen gorditas y satisfechas.
Si os fijais, tiene el dorso de color amarillo anaranjado y el vientre blanco (cuándo son peques, mas mayores ya verdoso del atracón), la cabeza redondita bien naranja con tres pares de patas torácicas y el cuerpo lleno de pequeñas verrugas negras
Bueno, pero cómo no son bien venidas en nuestros rosales hay que buscar una solución, yo tengo las mias propias:
Cuándo aún no ha eclosionado la herida doy una raspadita y listo, evita que aparezcan las orugas.
Si ya están en plena faena, depende de dónde estén, si es en un terminal, como en este caso que ilustro con fotos, me limito a cortar la rama y quitar las que pudieran quedar en las cercanías.
Si el lugar es la mitad de una rama gruesa por ejemplo, pues con los guantes claro está, las voy quitando a veces con hojas incluidas, a veces sólo a los bichitos y ya está.
Como habréis notado soy muy rústica y no ando con ningún tipo de producto fitosanitario, pero, tengo entendido que hay varios, uno de ellos Folithion de Bayer en su fase oruga, bastante efectivo.

Este año sus visitas han batido records en mi pequeño jardincito, sin embargo, reconozco que ya no le tengo la aprensión de antaño... tenía mucha razón Josep cuando me decía que la vida de rosero me haría dura jeje.