Revista Coaching

Os deseo un feliz propósito

Por Jofoba @jordifortunybad

En esta época de felicitaciones y buenos deseos a tutiplén, yo no podría ser menos, así que os mando mi felicitación. Con una salvedad, no quiero desearos ni unas felices fiestas, ni que tengáis un fantástico año. Prefiero sustituir los inconcretos y vacíos deseos de felicidad por una propuesta mucho más tangible.

Lo que sinceramente quiero desearos, es que podáis definir vuestro propósito. Esto sí es garantía de felicidad.

No hace falta que llegue la Navidad para ser feliz. O que, como marcan los cánones, cada 31 de diciembre os carguéis de buenas intenciones (de esas que al cabo de 15 días ya ni existen). Hacer por hacer. Hacer porque toca.

Con vuestro propósito claro y actualizado, seréis felices cada día. Vuestras metas y objetivos tendrán sentido, os llenarán, y lo más importante, vuestro compromiso para alcanzarlas será potentísimo. Hacer con sentido.

Navidad y fin de año son una buena época para vender, para apelar a nuestra ilusión, o a nuestros sentimientos de culpabilidad. Y es que, del mismo modo que toca comprar turrones, toca fustigarse. ¿Cuántas propuestas tenéis en vuestra bandeja de entrada?

Pues borradlas todas. Aprovechad las fiestas para descansar, iros de viaje, estar con la familia, comer, o lo que sea que os apetezca.

La definición y la revisión del propósito es atemporal, no va ligado a unos días concretos. Hacedlo cuando os plazca y cuando os sintáis bien, no cuando os digan. Y casi es mejor enfriar y no hacerlo en esta época con alta carga emocional. Centraos en aclarar lo que queráis, huid de los cantos de sirena

El propósito es lo primero. Sin propósito estaréis tirando vuestra energía e ilusión.

El propósito es responder al ¿para qué? Tan simple, y a la vez tan complejo.

Nadie puede responder por vosotros.

¡Feliz propósito!


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