Como os había comentado, en el centro donde hago prácticas he tenido la grandísima suerte de conocer a alumnos estupendos, y voy a sentir muchísimo dejarles dentro de unos días porque estoy segura de que me voy a perder muchas cosas que tienen que aportar.
En todo caso, hoy os presento a dos chicas aficionadas a leer y a escribir. Son alumnas ejemplares, y da gusto ver el interés que muestran en clase y la cantidad de cosas que ya saben, aunque todavía no se hayan explicado. Por pocos días no llego a conocerlas un poquito más, y todo comenzó cuando en una clase activé el radar lector y detecté un libro en el pupitre de Ary…
Bien, ya que la he nombrado, empezaré con Ary. Es una alumna de 3º de ESO que a la que le encanta leer y que también tiene la afición de escribir. En su blog nos deleita con relatos y poesías románticas, su género preferido, y os daréis cuenta de que plasma a las mil maravillas sobre el papel (o la pantalla, jeje) todas las emociones que siente. Igual os parece que sois demasiado adultos, pero yo confieso que me encanta leer sobre sentimientos que me acompañaron alguna vez y que deseo que vuelvan a hacerlo lo antes posible, antes de que el corazoncito se me convierta en piedra.
Aquí podéis visitarla: Crónicas de una adolescente
La otra chica de la que os quería hablar es Marta. Está en la misma clase que Ary y también es una alumna que todo profesor desearía en su clase (pero están en la mía, ¡se siente!). Comparte blog con otra amiga (que yo no conozco), y en él hablan de libros juveniles que les gustan y que reseñan. Yo ya me he apuntado algunos para probar, concretamente de Laura Gallego, de la que no he leído nada todavía, pero que voy a tener que conocer bien si quiero ser profe de secundaria, por lo que veo
.Este es su blog: Ladronas de sueños
Ambos blogs pasan a formar parte de la lista de enlaces de la barra lateral.
No es oro todo lo que reluce, como os podéis imaginar: la profesora mandando callar mil veces, confiscando móviles que los alumnos utilizan en clase, interceptando notitas que es mejor no haber interceptado… Pero también es una gozada encontrar personas tan especiales como estas chicas, o como el alumno del que os hablaba en la entrada anterior.
Como me gusta decir cuando pienso en ellos; todavía hay esperanza.