Revista Salud y Bienestar
Osalan elevará a Sanidad la petición de los enfermeros para la implantación de mecanismos de bioseguridad en Euskadi
Por Fat
Pilar Collantes, directora del Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laboral (Osalan), se ha comprometido en la clausura de las jornadas ‘la seguridad frente al contagio sanguíneo en el ámbito sanitario’, celebradas en Bilbao, a presentar en su próxima reunión del 8 de febrero con el departamento de Sanidad y Consumo del Gobierno vasco, “la reclamación de los profesionales de enfermería sobre la implantación de mecanismos de bioseguridad en Euskadi, en aplicación de la normativa vigente”. La reunión servirá para “la toma en consideración de esta reivindicación por parte de la Administración sanitaria, de acuerdo con las directrices europeas vigentes, y para su plasmación próxima en una realidad jurídica”.
Collantes también ha manifestado su intención de mantener “un contacto permanente con el Colegio de Enfermería de Bizkaia con el fin de ir analizando los avances que se produzcan en este proceso”, así como “ompartir la información” con las 7.500 enfermeras y enfermeros que trabajan diariamente en Bizkaia y con el resto de profesionales que trabajan en los otros dos Territorios Históricos (cerca de 13.000 en total).
La enfermería vizcaína, a través del Colegio de Enfermería de Bizkaia, reclama “la implantación en la sanidad vasca del ‘Acuerdo marco para la prevención de lesiones causadas por instrumentos cortantes y punzantes en el sector hospitalario y sanitario’, cuya aplicación fue aprobada por el Consejo Europeo en su directiva 2010/32/UE, del pasado mes de mayo”.
-Posibilidad de contar con fondos europeos
Por su parte, el secretario general de la Federación Europea de Asociaciones de Enfermería, el belga Paul de Reave, ha puesto de manifiesto en las jornadas la existencia de fondos europeos de cohesión social susceptibles de ser captados para implementar iniciativas como la implantación de mecanismos de bioseguridad.
Entre otros ejemplos, ha señalado el caso de Polonia, que hace dos años recibió 50 millones de euros para la implantación de diversos programas relacionados con la sanidad y la enfermería, entre ellos, varios sobre bioseguridad. Igualmente, dentro de este mes de febrero, se realizará otra reunión con el Ministro de Sanidad búlgaro para una iniciativa similar. De Reave ha destacado que las regiones europeas, incluidas las Comunidades Autónomas, pueden optar igualmente a la obtención de dichos fondos de cohesión social.
-Conclusiones de las jornadas
La presidenta del Colegio de Enfermería de Bizkaia, María José García Etxaniz, ha destacado como las principales conclusiones de las jornadas “la necesidad de establecer guías y protocolos de buenas prácticas clínicas en materia de bioseguridad, el desarrollo de estrategias preventivas, la actualización constante de la información y formación de los profesionales en estos temas, la introducción de dispositivos de bioseguridad en toda la sanidad vasca -pública y privada- y la obligación por parte de las empresas suministradoras de estos dispositivos para que primen la calidad en la fabricación de dichos productos sobre los criterios meramente economicistas”.
García Etxaniz ha hecho hincapié “en la gran cantidad de razones existentes” para implantar estos mecanismos de bioseguridad en los centros de trabajo sanitarios. El primero de ellos “es la propia seguridad de pacientes y profesionales, estableciendo una auténtica equidad en su protección frente al riesgo de contagio biológico”. También ha recordado que estos dispositivos “reducen la posibilidad de este tipo de contagio en un 85%, y se ha constatado científicamente que el coste de su introducción en el sistema sanitario es mucho menor que los costes de tratamiento y laborales que se derivan de los accidentes de trabajo con riesgo biológico en el ámbito sanitario. Es un coste perfectamente asumible tanto para las instituciones públicas como privadas del País Vasco”, ha concluido.
Collantes también ha manifestado su intención de mantener “un contacto permanente con el Colegio de Enfermería de Bizkaia con el fin de ir analizando los avances que se produzcan en este proceso”, así como “ompartir la información” con las 7.500 enfermeras y enfermeros que trabajan diariamente en Bizkaia y con el resto de profesionales que trabajan en los otros dos Territorios Históricos (cerca de 13.000 en total).
La enfermería vizcaína, a través del Colegio de Enfermería de Bizkaia, reclama “la implantación en la sanidad vasca del ‘Acuerdo marco para la prevención de lesiones causadas por instrumentos cortantes y punzantes en el sector hospitalario y sanitario’, cuya aplicación fue aprobada por el Consejo Europeo en su directiva 2010/32/UE, del pasado mes de mayo”.
-Posibilidad de contar con fondos europeos
Por su parte, el secretario general de la Federación Europea de Asociaciones de Enfermería, el belga Paul de Reave, ha puesto de manifiesto en las jornadas la existencia de fondos europeos de cohesión social susceptibles de ser captados para implementar iniciativas como la implantación de mecanismos de bioseguridad.
Entre otros ejemplos, ha señalado el caso de Polonia, que hace dos años recibió 50 millones de euros para la implantación de diversos programas relacionados con la sanidad y la enfermería, entre ellos, varios sobre bioseguridad. Igualmente, dentro de este mes de febrero, se realizará otra reunión con el Ministro de Sanidad búlgaro para una iniciativa similar. De Reave ha destacado que las regiones europeas, incluidas las Comunidades Autónomas, pueden optar igualmente a la obtención de dichos fondos de cohesión social.
-Conclusiones de las jornadas
La presidenta del Colegio de Enfermería de Bizkaia, María José García Etxaniz, ha destacado como las principales conclusiones de las jornadas “la necesidad de establecer guías y protocolos de buenas prácticas clínicas en materia de bioseguridad, el desarrollo de estrategias preventivas, la actualización constante de la información y formación de los profesionales en estos temas, la introducción de dispositivos de bioseguridad en toda la sanidad vasca -pública y privada- y la obligación por parte de las empresas suministradoras de estos dispositivos para que primen la calidad en la fabricación de dichos productos sobre los criterios meramente economicistas”.
García Etxaniz ha hecho hincapié “en la gran cantidad de razones existentes” para implantar estos mecanismos de bioseguridad en los centros de trabajo sanitarios. El primero de ellos “es la propia seguridad de pacientes y profesionales, estableciendo una auténtica equidad en su protección frente al riesgo de contagio biológico”. También ha recordado que estos dispositivos “reducen la posibilidad de este tipo de contagio en un 85%, y se ha constatado científicamente que el coste de su introducción en el sistema sanitario es mucho menor que los costes de tratamiento y laborales que se derivan de los accidentes de trabajo con riesgo biológico en el ámbito sanitario. Es un coste perfectamente asumible tanto para las instituciones públicas como privadas del País Vasco”, ha concluido.
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