Si por algo se recordará la última gala de los Oscar es por el triunfo de la nostalgia. The artist y La invención de Hugo han sido las claras vencedoras con cinco Oscar en su haber cada una de ellas. Dos cintas con una declaración de intenciones más que evidente: su homenaje al cine. La primera de ellas se alzó con los Oscar de peso (Mejor película, actor y director) además de resultar premiada su banda sonora y su diseño de vestuario. La mejor película del año para los académicos llegaba al Kodak con los deberes muy bien hechos. Después de arrasar por medio mundo el último destino era Los Ángeles y lo consiguió. Hazanavicious, su directo, ha dejado a todos sin palabras (nunca mejor dicho) ya que hace unos meses cuando nos llegaban noticias de la existencia de The artist, pocos vaticinaban su triunfo. Una cinta muda, en riguroso blanco y negro y encima francesa ¿lograría sucumbir a una academia patriótica? Pues señores, la respuesta ahí la tienen. Olé por sus merecidas cinco estatuillas aunque la de director le viene un pelín grande ya que la competencia era para quitarse el sombrero: Scorsese, Malick, Allen y Payne.
La invención de Hugo, la otra cinta que nos envuelve en un cuento nostálgico asistiendo a los orígenes del cine de la mano del maestro Scorsese, comenzaba la gala con 11 nominaciones y tras los primeros minutos de ceremonia en los que se alzaba con varios Oscar técnicos se vino abajo. No aguantó la fuerza de The artist. Aún así se llevó a casa el mismo número de estatuillas que la gran vencedora, pero eso sí, la técnica aún no está a la altura de las interpretaciones en cuanto a valor de premios se refiere.
Sorpresas hubo, pocas pero hubo. El Oscar a mejor montaje para The girl with the dragon tattoo no era esperado y otorgó a la gala algún resquicio de emoción que acabó con el celebrado Oscar a mejor actriz para Meryl Streep. Su tercer Oscar resultó emotivo. En los últimos días las quinielas parecían haberse olvidado de la gran interpretación de Streep a favor de una sobrevalorada Viola Davis.
Con Spencer y Plummer, Oscar a las mejores interpretaciones de reparto, vivimos parte de los momentos más emocionantes. La platea se vino arriba ante las lágrimas de Spencer y embargó de aplausos el teatro al subir a por su Oscar (no honorífico) Plummer con sus 82 años.
Vale que fue algo aburrida y que Billy Crystal no tuvo su mejor noche pero a lo que no caben reproches es a la agilidad de una gala que no pasará a la historia dentro de las mejores pero que por una noche Hollywood quiso mirar atrás, enmudecer y recordar aquellos felices años.