Revista Cine
Resultan curiosas las posturas de este año en los Goya y en los Oscar respecto a la política. Mientras que en España la gala giró en torno a las reivindicaciones dejando a un lado el espectáculo. En Estados Unidos el espectáculo ha venido de la mano de Michelle Obama. Todos nos quedamos con la boca abierta cuando Mr. Nicholson brindó la oportunidad a la primera dama de dar a conocer la mejor película del año. A pocos le sorprendió el triunfo de Argo desde que en las últimas semanas arrasara por donde pasaba. Sin embargo el premio de Ang Lee como mejor director sí fue una sorpresa. Salvo este blog muchos vaticinaban el triunfo de Spielberg e incluso Haneke en dicha categoría.
Las mejores interpretaciones recayeron en Jennifer Lawrence, Daniel Day-Lewis, Anne Hathaway y Christopher Waltz. Cada uno sumando un Oscar a sus respectivas películas. Porque al igual que en el apartado interpretativo, el resultado final no pudo estar más repartido.
Una velada en la que la música fue tanto o más protagonista que los mismos premios. Adele, Barbra Streisand, Norah Jones, Shirley Bassey y Jennifer Hudson dejaron su buen hacer sobre el escenario. El objetivo básico de crear espectáculo estaba en la mente de los directivos de la gala. Echar la vista atrás y mostrar el sentido del viejo Hollywood que años atrás se había perdido.