Rugido latino en el botánico. A través de la música se acorta el tiempo y la distancia. Escuchamos una canción y enseguida nos vemos transportados al sitio dónde la escuchamos por primera vez y volvemos a sentir la edad y las sensaciones que vivimos entonces. Por este motivo la fecha del miércoles 27 de julio estaba grabada a fuego en el calendario de miles de latinos residentes en Madrid, donde acudieron a la llamada del timbal y los bongos de Oscar D'Leon y Eva Ayllón.
Con Eva Ayllón abriendo la noche se vivieron gritos y aullidos inéditos hasta ahora en un artista invitado del ciclo Noches del botánico. La cantante de 66 años es tremendamente exitosa en Perú y fue recibida con numerosas banderas y camisetas de la selección andina. Los sentimientos a flor de piel fueron la constante en todo su recital, donde canciones como 'Regresa' -originalmente de Los Kipus, formación criolla de los 60 y 70- fue entonada con lágrimas por la hinchada y otras como 'Nunca podrán' fue coreada hasta la afonía antes de que la cantante recitase los departamentos de su país para regocijo de los oriundos.
Fotos de Víctor Moreno - Noches del Botánico"Qué frío hace aquí dios mío", ironiza la diva, "Ahora en Lima hay un 99,99% de humedad y panza de burro". El cielo color panza de burro es como se conoce popularmente al cielo de la capital peruana, durante la mayor parte del año siempre gris y bajo. "Les traemos la música de Perú, la nostalgia, que es un sentimiento muy humano", y Ayllón terminó de remover el sentir nacionalista con la interpretación del segundo himno de su tierra natal: 'Y se llama Perú', con la bandera sobre el escenario y provocando un torrente de recuerdos para los peruanos presentes.
En sus temas caben gran cantidad de ritmos ternarios, tanto en los valses criollos como en festejos como 'Ritmos Negros del Peru ', con métrica de seis tiempos. Sin embargo la gran baza de Ayllón es, sin duda, su rotunda y carismática presencia escénica. Además de sus inicios con Los Kipus, Eva también trabajó con otros artistas históricos de su país como Chabuca Granda o Los Hijos del Sol, abanderados del latin jazz peruano. Día grande para conocer de primera mano la música popular de un país a través de una artista que consigue conectar con el pueblo. Éxito absoluto que no pudo empañar una banda dispersa y despistada y una mezcla de sonido muy mejorable.
OSCAR D'LEON
Tras una introducción con una voz en off loando los mayores logros del salsero apareció Oscar D'Leon: "¡¡Si se puede bailar bailaremos!!", una condición validada a los pocos segundos por miles de pares de pies moviéndose al ritmo de su big band. 'Poco a poco' o 'Sigue tu camino' animaron las vueltas y giros de la concurrencia, mientras que 'Caballo viejo', del también venezolano Simón Díaz, fue replicado a todo pulmón, como el himno llanero merece.
El cantante ha llevado su música por todo el planeta. Habitante del mundo, aprovechó para reafirmar su cariño por todos los países "Yo soy mexicano, yo soy español, yo soy panameño" para, en definitiva, ratificarse en su mayor patria "Sí señores, dicen que yo soy salsero", para rematar su afirmación con coloridas coreografías junto a sus percusionistas.
Fotos de Víctor Moreno - Noches del BotánicoNo tan reconocido por la crítica como Rubén Blades o Willie Colón, D'Leon ha cultivado un estilo posiblemente menos sofisticado pero que alcanza cotas de popularidad inmensas y ha conseguido que sean sus temas los más celebrados en las fiestas de toda latinoamérica. Es digno de ver como a sus 79 años sigue comiéndose el escenario, no deja de bailar ni cuando cede el micrófono y está continuamente marcando indicaciones a sus compañeros, manejando magistralmente los tiempos del concierto con sorprendentes cambios de ritmo e intensidad.
No es para nada habitual que un concierto se interrumpa por un fallo de afinación, Oscar corta sin contemplaciones un tema y justifica su decisión: "Si el bajo está desafinado lo decimos, no vamos a engañar al público. Esto es la honestidad de los artistas". Qué diferencia con tantos artistas mainstream que ni siquiera saben si están o no en el tono.
En el último tramo del concierto dedicó 'La murga de Panamá' a su intérprete más popular, Willie Colón, del que también rescató 'Idilio'. 'Detalles' es otro de sus grandes éxitos, pero el mayor es, sin duda alguna, 'Llorarás', con el público dividido entre el baile y la grabación de vídeo. Con un par de bises se despidió el león de la salsa, imbatible en su trabajo: levantar de su silla a fiestas enteras. Fue tal su influjo que aún se siguió bailando en el recinto varias horas más.
Fotos de Víctor Moreno - Noches del Botánico