¿Quién dijo que los gatos negros traen mala suerte? Más bien todo lo contrario. Oscar fue víctima de un descuido, y gracias a su lastimoso episodio, hoy la ciencia prueba avances tecnológicos para dar una mejor calidad de vida a los humanos.
El gato Óscar perdió sus patas traseras amputadas por una cosechadora. Ahora puede correr y saltar gracias a los implantes biónicos que le han implantado en una operación pionera en el mundo.
Las nuevas patas son implantes hechos a medida que fijan el tobillo al pie mediante bioingeniería capaz de imitar el proceso por el que el hueso de las astas del ciervo crece a través de la piel, según el estudio recogido por la BBC.
La operación fue llevada a cabo por Noel Fitzpatrick, un cirujano veterinario de Surrey. El gato, llamado Óscar, fue derivado a Fitzpatrick por su veterinario local en Jersey tras sufrir un accidente el pasado octubre en el que fue alcanzado por una cosechadora mientras dormitaba al sol.
Un nuevo futuro para la ortopedia
La prótesis llamadas transcutáneas e intraóseas para la amputación (Itaps por sus siglas en inglés) fueron desarrolladas por un equipo de la ‘University College London’ liderado por el profesor Gordon Blunn, director del Centro de Ingeniería Biomédica.
El profesor Blunn y su equipo han trabajado en colaboración con Fitzpatrick para desarrollar estos implantes capaces de soportar peso, combinando ingeniería mecánica con biología.”Hemos puesto una pieza de metal y una ‘pestaña’ por dentro para unirlas al tobillo. La verdadera revolución es que han sido tratadas con una sustancia que permite que el hueso y la piel crezcan a su alrededor”, afirma el veterinario. A continuación las patas mecánicas fueron encajadas sobre uniones ‘de vaivén’ al final de la prótesis, permitiendo el movimiento completo.
Según ha declarado el profesor Blunn a la BBC, la idea inicial era desarrollar este tipo de prótesis para pacientes con amputaciones que conserven el muñón. La tecnología Itap esta siendo probada en humanos y ya se ha usado para crear una prótesis para una mujer que perdió su hombro en julio de 2005 en un bombardeo.
El éxito de esta operación demuestra el potencial de una tecnología que puede transformar el futuro de la ortopedia.
Fuente: BBC/ Mundo.es