Da igual que al final el boicot no surtiera un efecto físico en la ceremonia (no se notaba la ausencia de actores o actrices destacados), porque la expectación sobre el monólogo que iba a interpretar Chris Rock (un cómico negro) en la apertura de la ceremonia ya consiguió que el escaparate funcionara como un espejo en el que la industria de Hollywood y la propia Academia tienen que mirarse. A Chris Rock se lo pusieron fácil. Y a decir verdad, aunque no terminara siendo excesivamente valiente, manifestó con cierta claridad la postura que muchos artistas negros han tenido en los últimos meses: plantear un debate puede ser interesante, pero hacerlo como reivindicación de una carrera personal es mas que dudoso. Como bien decía, Chris Rock en su monólogo: "Jada (Pinket Smith) boicoteando los Oscar es como si yo boicoteara las bragas de Rihanna. Ni siquiera me han invitado."En cierto modo, el monólogo-discurso de Chris Rock parecía escrito por la propia Academia de Hollywood, aunque introdujo algunos toques de humor irreverente: "Si quieren cada año nominados de raza negra, simplemente hay que crear categorías solo para gente negra como Mejor Amigo Negro". Y en este sentido se convirtió en el portavoz oficial de una institución que en otras ocasiones ha sido acusada de racismo con los latinos, homofobia, etc. Y comentarios con toque de humor negro (no es un chiste fácil) que en algunos momentos no fueron bien entendidos por parte de la audiencia y que traspasaban la línea de lo "políticamente correcto", pero ahí estaba precisamente su principal valor: "En los años sesenta no había actores negros nominados al Oscar. Y nadie protestaba. ¿Por qué? Había cosas realmente importantes contra las que protestar. Estábamos demasiado ocupados siendo apaleados y violados como para importarnos quién ganaba el Oscar a mejor Fotografía".
Pero, ¿tienen sentido este tipo de protestas? Acusar a la Academia de racista porque no ha nominado a Will Smith (en todo caso, acusémosla de racista por no nominar a Idris Elba por su excelente trabajo en Beasts of no nation, por el que se llevó hace unos días el Independent Spirit Award a Mejor actor de reparto), es como si la acusamos de homofobia por no estar Carol (mejor que muchas de las finalistas) entre las candidatas a Mejor Película. Al final, el debate sobre el escenario de la ceremonia de los Oscar era diferente entre la lista de películas premiadas. El mexicano Alejandro González-Iñárritu se llevó su segundo Oscar consecutivo aunque no logró que El renacido consiguiera más premios que los de Fotografía (muy merecido por el trabajo técnico de Emmanuel Lubezki) y el tan reivindicado Oscar a mejor Actor Principal para Leonardo DiCaprio. En todo caso, los dos mexicanos han hecho historia en los premios de la Academia. Lubezki como el único director de fotografía ganador de tres Oscar consecutivos, por Gravity (2013), Birdman (2014) y El renacido (2015). E iñárritu, haciendo lo propio con dos premios consecutivos igualando a los otros únicos directores que lo consiguieron: John Ford y Joseph Mankiewicz. Lo cual nos plantea serias dudas sobre si Alejandro González Iñárritu no será un director sobrevalorado.
Pero hubo otras dos vencedoras más inesperadas en la lista de premiados. Spotlight, el drama periodístico sobre los abusos a menores por parte de miembros de la Iglesia Católica, se alzó finalmente con el premio a Mejor Película y Mejor Guión Original. Aunque no fue una sorpresa, porque era uno de los títulos que podía hacerle sombra a El renacido, sí es cierto que, dado como se fue desarrollando la noche (el premio a Guión Original fue el primero que se entregó y debería haber ido para la película Del revés) no parecía que tuviera demasiadas opciones. Que Mad Max. Furia en la carretera, de George Miller se haya alzado con el mayor número de premios, 6 en total, también resulta significativo. Aunque todos ellos son los que se consideran "premios menores", lo cierto es que esta revisión del universo de Mad Max ha devuelto a Miller el status de gran director, logrando que una película de acción se alce con algunos de los principales premios de la crítica y la pasada noche consiguiera arrebatar los galardones a la que parecía favorita en las categorías técnicas, Star wars. El despertar de la fuerza, que se fue de vacío. 

