En audio, declaraciones a la periodista Norelys Morales Aguilera, de Fernando González Llort, uno de los Cinco cubanos presos en Estados Unidos, que luego de su excarcelación, da testimonio sobre Oscar López Rivera, con quien compartió celda, durante cuatro años.
"Hoy por hoy la industria de las prisiones es una
de las más fuertes en Estados Unidos.
Deja dinero y eso parece ser lo único que importa"
(Óscar López Rivera).
Alex Anfruns.-- A principios de los años 60, el movimiento por los derechos civiles liderado por afroamericanos había logrado imponer la cuestión de la igualdad en el tablero político estadounidense. Fue en Chicago, ciudad en la que las luchas sociales por la igualdad siempre fueron muy fuertes, donde Óscar López Rivera (nacido el 6 de enero 1943 ) se implica durante su juventud.
Pero el Gobierno de los Estados Unidos iba a encontrar una salida muy oportuna para las masas de jóvenes latinos y negros dispuestos a rebelarse contra un sistema injusto y un futuro sin dignidad. El sistema evitaría la rabia de esos jóvenes enviándolos como " carne de cañón " a la guerra de Vietnam. Óscar López Rivera fue uno de ellos...
1968: Miles de personas de todos los orígenes se sumaban esta vez al movimiento contra la guerra. La derrota de los Estados Unidos fue doble: en el terreno de Vietnam y en la conciencia de una generación entera contra la guerra, que finalmente abrió los ojos. Fue sólo a su regreso que López Rivera comprende que ha sido, junto con miles de otros jóvenes, un peón desechable del imperialismo. Entonces va a desarrollar una conciencia anticolonial y convertirse en uno de los principales líderes de la causa por la independencia de Puerto Rico.
La violencia de la "democracia más grande del mundo" entonces se ensaña contra sus propios ciudadanos. En 1981, durante su detención y el juicio que se le hizo por "conspiración sediciosa" y "pertenencia a las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional", Óscar López Rivera decide no tomar su defensa. Dijo ser, con sus compañeros, un "prisionero de guerra".
Hoy, a los 72 años, Óscar López Rivera es el preso político más antiguo en los EE.UU. y en todo el mundo. Desde hace 33 años languidece tras las rejas, de los cuales 12 años los pasó en régimen de aislamiento total por atreverse a defender el derecho a la libre determinación de los pueblos.
Bajo el régimen de Obama, los latinos y los afroamericanos siguen siendo las víctimas de un racismo sistémico. Están sobrerrepresentados en la población carcelaria y son el objeto de asesinatos y masacres selectivas, como ocurrió en Charleston. En lo que respecta a Puerto Rico, a pesar de su condición de "Estado Libre Asociado", el país ha experimentado los tormentos del régimen colonial neoliberal de Washington y se ha convertido, según The Economist, en la "Grecia del Caribe".
Fuentes: El Diario de Nuestra América/Rebelión