Oscar para Di Caprio

Infiltrados, Shutter Island, El gran Gatsby…. El lobo de Wall Street, etc., grandes películas del ahora tan aclamado Leonardo, que al parecer las mentes pensantes de Hollywood no son capaces de concederle el gran ansiado premio del Óscar al mejor actor, grandes injusticias corren por nuestros tiempos. Es de sobra conocido que Leonardo es actor desde que es pequeño, que nos ha emocionado con películas como Titanic (gran clásico donde los haya) y que aún su nombre no esté escrito en letras doradas en el paseo de la fama.

Frases ingeniosas, conversaciones cargadas de una enigmática y misterio que despertarían al mismísimo Hitchcock aparecen diariamente en mi timeline de Facebook o twittter, con títulos como: “Leonardo una leyenda” acompañado de escenas que solo los más entendidos del mundillo sabrían identificar, pero bueno, ya habrá una app para poder desglosar los entresijos de la vida de este actor y poder charlar en la cafetería de la facultad y aparentar ser todo un intelectual. Las tecnologías, saben de todo y de todos. Tu fecha de cumpleaños, las relaciones que tuviste, lo que dijiste en Octubre de 2008 cunado volvías de un concierto. Todo hoy en día está al alcance de un tan simple y melódico “click”. Nos empapamos de información a diario,  nos abruman las notificaciones del whatsapp, telegram, las actualizaciones del sistema y demás obligaciones propias de uno.

Tenemos una dimensión hoy por descubrir y explotar, podemos saber de todo y de todos en tan solo un pestañeo, investigar por nuestra cuenta, conocer a fondo los entresijos de una gran mentira tan solo con un pelín de astucia, somos eruditos en un mundo de nubes o clouds (como preferíais llamarlo).

Por otro lado, no todos son capaces de sobre llevar ese don, “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad” (lema de otra gran película),veo gente mareándose entre tanto dato, otros muchos ensimismados con una tormenta de bytes, incapaces de poder extraer la esencia de la información, aprender. Hay tantas opciones que, nos sobrepasa en muchas ocasiones la variedad que presenta el mundo de hoy en día y  siendo sinceros y honrados, nos la han colado más de una vez. Hablar de un tema y de una verdad irrefutable, un hecho imborrable que tras un par de día o semanas se descubre el pastel, era todo una broma, un mofa de de alguien dispuesto a demostrar su poder sobre los demás. Todas las discusiones de bar acerca de ese gran acontecimiento se desvanecen como el interés que presenta la gente por el verdadero contacto humano.

Última conexión, se siente entusiasmado, etc, todos ellos datos que nos llegan sobre los demás, personas allegadas y no tan queridas a través de un portal rectangular en nuestras manos. Donde queda la emoción de conocer, de sorprenderse, de disfrutar una tarde de amigos, verdaderos amigos, no de los 500 que presentan en Facebook. Oler a libro nuevo, viejo, paginas pintadas, notas en la pared, el mundo en general.

No se si Di Caprio le concederán el Oscar al mejor actor esta temporada, pero todos nosotros no nos quedamos atrás al fingir vivir una verdadera vida.